Thank U, Next

Hoseok

Hoseok era un ángel, un ángel de verdad.

El comenzó a ser un cliente frecuente en café, y yo iba los fines de semana allí para relajarme.

No nos prestábamos mucha atención pero el me salvó de un chico que comenzó a insinuárseme de manera bastante grosera.

"Disculpa, pero ¿estás molestando a mi novio?" Puso sus brazos alrededor mío mientras sonreía.

Yo solo baje mi mirada y tome un sorbo de mi cafe.

El otro chico se fue echando humos y Hoseok me soltó.

"Perdón por eso, pero parecía que necesitabas ayuda."

Ah, Hobi, siempre ayudando a quien necesitara su ayuda. Y esa actitud me recordaba a su nombre en su escuela de baile "J-Hope"

Conversamos y teníamos tanto en común, hablar con Hoseok era fácil, me sentía relajado, ambos hablamos como si no hubiese mañana.

Pero hablar tanto a veces hace que no escuches a la otra persona, y eso nos pasaba demasiado seguido.

Pero Hoseok me ayudo a tantas cosas, como dejar ese terrible empleo con esa doctora y conseguir un local para luego abrir mi propio consultorio. A encontrar a Toshi montones de veces y dejarme llorar en su hombro cuando falleció. También cuando apareció en mi casa con un cachorrito en brazos para subirme el animo.

Pero se creaban mal entendidos, además de que Hoseok y yo tenemos la increíble fascinación por sacar conclusiones de todo.

Como cuando mi colega Chanyeol me abrazo por detrás, nos conocíamos desde la universidad, así que teníamos esa confianza, pero Hobi creyó que me estaba coqueteando, así que terminamos en un argumento de 20 minutos en el auto en el cual casi me bajo 2 veces.

O la chica de su estudio que yo estaba 100% seguro que iba tras Hoseok, y el la aceptaba como si nada, la ayudaba en sus estiramientos, se quedaba practicando con ella hasta tarde.

El día que aparecí en su cumpleaños con un pequeño cupcake, y vi que ella se me había adelantado con un enorme pastel fue el colmo. Ademas de ver como la trataba, como si se tratara de mi.

Tire el cupcake a la basura y me fui.

Sin escuchar explicación alguna. Ahora se que fui un tonto.

La chica estaba comprometida y ellos eran amigos desde primaria.

Aprendí a escuchar, a dejar que el otro explicara, a no sacar conclusiones apresuradas.

Nunca hablamos de nuevo, pero fui a la presentación que hacía cada fin de año. Estuvo magnífico como siempre, y nos deslumbró con su maravillosa sonrisa.

En mi programa deje una nota.

"Thank U, Next"