Jungkook

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Jungkook llego 1 año después, cayó como un meteorito en mi vida destruyendo todo a su paso.

El muy idiota había entrado al café lleno de moretones y cortadas, el gerente le pidió que se fuera ya que su presentación podía ahuyentar a los demás clientes, en menos de unos segundos se puso agresivo y comenzó a gritarle al hombre que e conocido desde pequeño.

Tome al chico del brazo y le sonreí.

"Yo me encargo señor Cho" me dirigí al hombre mayor que se vió aliviado ante mi presencia. Jungkook me miraba incrédulo, tanto que fue fácil jalarlo hacía la salida del local.

"¿Qué carajos estás haciendo?" Le reproche con mis ojos.

Se aclaro la garganta y rasco su nuca.

"Yo solo quería un café"

"¿Y por qué parece como si te hubiera arroyado un autobús?"

Jungkook se cruzó de brazos.

"No tengo que explicarte nada"

"Ibas a golpear a un hombre de 30 años allí adentro, no te pongas como el ofendido"

Suspiro y me miró.

"Tuve una pelea, ahora déjame desconocido"

Comenzó a caminar por la calle ignorándome por completo, podía haber vuelto adentro, como mi parte racional me decía que hiciera, pero no se porque fui tras el.

"Déjame ayudarte a curarte"

Terminamos en una tienda de conveniencia, con un par de vendas y alcohol etílico.

Jungkook era un chico divertido y cálido, pero daba la impresión de ser un chico malo. Me sentía como esos clichés de las películas románticas.

Noté que me estuvo coqueteando todo el rato, diciéndome que tenía unas mejillas adorables y sonrisa bonita.

"¿Vas a pedirme mi número o no?"

Me reí ante su expresión, seguramente esperaba que yo fuera un chico tímido.

Le escribí mi número celular en la muñeca y volví a casa.

Lo que me gustaba de Jungkook es que no se andaba con rodeos. Me llamo a la mañana siguiente invitándome a salir.

Me llevo a un restaurante barato de fideos, estaba avergonzado por no poder costearse algo más pero me pareció tan tierno que lo deje besarme en la primera cita.

Jungkook me enseñó a ser espontáneo, a darle un beso de buenas noches apasionadamente y luego soltarlo de la nada para correr a mi casa, dejándolo con ganas de mi.

Me enseñó a saltar por la ventana de mi habitación al techo de mi vecino para huir a fiestas a medianoche.

Me enseñó a fumar, aunque mi madre lo culpe hasta este día de mi adicción a los cigarros de fresa, y me enseñó a beber sin marearme o vomitar.

También Jungkook me enseñó a tener paciencia, mucha paciencia. Cuando llegaba una hora tarde a nuestras citas, cuando se presentó con chaqueta de cuero y jeans rotos a la cena formal de mis padres, cuando aparecía en mi ventana a media noche para esconderse de personas cuando se metía en peleas.

Rompimos poco después, yo estaba harto y el no estaba dispuesto a dejar ese estilo de vida.

Lo vi de nuevo en una exposición deportiva universitaria, era más alto, más sonriente y parecía haber dejado todos sus malos hábitos atrás.

Lo vi desde la distancia, y sonriente murmuré.

"Thank U, Next"

Thank U, Next Donde viven las historias. Descúbrelo ahora