CAPÍTULO XXIX

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Lanzo un cuchillo a un cazador pero termina por derribarlo con su espada, es Lina quien lo derriba lanzándole un cuchillo en su frente. Katherine lanza bolas de fuego en todas direcciones mientras que a su lado Jonathan noquea a un cazador para después desaparecer y luego aparecer a cinco metros atacando por sorpresa a tres cazadores.

A su derecha, Tom lanza una flecha al corazón de su enemigo y enviando otra hacia otro cazador que se aproximaba. Golpea con su arco las piernas de otro cazador de modo que termine cayendo al suelo y después muera al terminar con dos flechas en su corazón.

Mientras tanto, Harry, quien es su compañero de batalla lanza a diestra y siniestra varios cuchillos. Tiene una excelente puntería, así como también utiliza el control mental que tiene cuando obliga a un cazador a atacar a otro.

Más adelante veo a Julian congelando a cinco contrincantes a la vez, también coloca el suelo delante suyo de modo que más de diez cazadores caigan. Ante esto, Peter derriba a varios al igual que yo cuando les lanzo cuchillos.

La mayoría de los cazadores han caído, así que en cuanto el último cae nos apresuramos a entrar a la camioneta de Lina. La puerta está abierta, y justo en la parte para entrar se encuentran sentados Adam y Luke.

Este último luce demasiado pálido a tal punto que incluso me llega a causar preocupación. Mi mejor amigo también lo observa con demasiada precaución mientras se acerca a ellos.

—¿Adónde iremos? —pregunta Lina.

—Volveremos con mi legión de cazadores —responde Harry—. Debemos estar preparados en caso de un posible segundo ataque.

Justo después de que dice aquello, dos camionetas de color negro aparecen, vienen a toda velocidad hacia nosotros. Son los cazadores enemigos, han venido todavía más. Estoy casi segura que es cuestión de minutos para que un segundo ataque comience.

—¡Hay que salir! —grita Julian al ver las camionetas no van a detenerse.

No sé quién abre la puerta, pero en un abrir y cerrar de ojos saltamos y recibimos varios golpes al aterrizar. Observamos la camioneta de Lina cuando recibe un fuerte impacto mientras que la segunda camioneta de los cazadores se detiene justo a tiempo por detrás de la otra.

Nadie lo dice pero en menos de diez segundos tenemos preparadas nuestras armas.

—Quiero que capturen a todos los que puedan —miro a quince metros a la lejanía y me encuentro a otro grupo de cazadores.

Esta vez su líder está con ellos y como en las anteriores ocasiones, lo único que se distingue en él son sus ojos. Las puertas de la segunda camioneta se abren dejando ver a otros diez cazadores. Nos tienen rodeados.

Por segunda vez en la noche, la batalla comienza.

Hay un mayor número de enemigos, así que esta batalla es de mayor intensidad y el ambiente se torna de más adrenalina, nervios y frío.

Bastante energía corre por todo mi ser y la verdad es que me encanta sentirlo.

Lina se encuentra a mi lado lanzando cuchillos y esquivando ataques hasta que en un determinado momento estamos espalda con espalda viendo como un pequeño grupo de cazadores se va reuniendo a nuestro alrededor.

—¿Lista? —me pregunta.

—No, pero hay que hacerlo.

Nos despegamos y empezamos a luchar contra nuestros enemigos. Lanzo un cuchillo de una forma bastante rápida que hasta me sorprende y termina en el corazón de mi contrincante. Mi adrenalina aumenta y golpeo a otro cazador antes de que pueda atacar siquiera y aprovecho su aturdimiento para lanzarle un cuchillo en su estómago.

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