Pedido por @Holland_IsMyBae ¡Espero que te guste y lamento la tardanza!❤️
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—Lo detesto, no lo soporto.—le dije entre dientes a Hope, mi hermana. Mientras veíamos como nuestro padre le daba indicaciones al idiota de Scott Lang.
—No puedes negarme que el tipo es atractivo, bastante diría yo—la miré incrédula, viendo cómo mordía su labio mirándolo de arriba a abajo.
—Por Dios, Hope, controla tus hormonas.—soltó una carcajada y negó con su cabeza.
—Deja de quejarte y ve a entrenar con el.—me tomó del brazo y me arrastro hasta donde estaban ambos varones.—Tenemos que irnos, Ana entrenará con Scott.
—Nos vemos luego Scott—papá se despidió—Y pórtate bien Ana.
Sin decir nada, ambos nos pusimos en el centro de la alfombra y comenzamos a combatir cuerpo a cuerpo.
—¿Sabes? A veces no entiendo porque me odias.—dijo Scott mientras esquivaba un golpe que iba directo a su rostro.
—¿De verdad quieres discutir eso en medio de esto? Y yo no te odio.
—Pues tus gestos que haces al verme dicen lo contrario. Creo que deberíamos intentar llevar la fiesta en paz, más que nada por tu padre.
Mi mini yo interior gritaba: ¡te detesta porque odia el hecho de que sean tan guapo y atractivo! Sacudí mi cabeza tratando de alejar esos pensamientos absurdos.
—No es nada personal, Scott.—encogí mis hombros restándole importancia.
—Hagamos una apuesta.—mencionó el. Alcé una ceja en su dirección.
—¿De qué?
—Si logro derribarte tendrás que aceptar ir a cenar conmigo.
—Ni en tus sueños más salvajes, olvídalo.—negué rápidamente, aunque la propuesta sonaba tentadora. Bastante tentadora.
—Pero si tu me derribas a mi, le dire a tu papá que entrenemos en otro lugar para que así dejes de molestarte con mi presencia. Y puedes hacer conmigo lo que quieras, golpearme si así lo quieres.— ¿Trato?—estiró su mano hacia mi, esperando que la tomara.
Oh Scott, lo último que haría contigo sería golpearte, créeme, más bien te llevaría a pasar un buen rato a mi cuar... ¡Aghhhh! Cállate mini Ana, no ayudas.
—Bien.—acepté y estreché nuestras manos. El sonrió y por alguna extraña razón algo en mi estómago se removió al ver la bonita sonrisa que tenía, y al ver lo lindo que era, y más de cerca.
Aproveche que están distraído para así comenzar nuevamente con la pelea. Scott respondía a mis golpes con delicadeza, tratando de no lastimarme.
—Vamos rubia, ¿tienes miedo de perder? Golpéame, vamos.—alentó colocándose frente a mi rostro, mi puño fue directo a su nariz y el se tambaleó hacia atrás mientras colocaba su mano en la zona del golpe.
—¡Ay no! Lo siento, no quise ser tan brusca, ¿estás bien? ¿Te duele?—me acerqué a él y traté de quitar su mano pero él me tomó por la cintura. Solté un grito y ambos caímos al suelo, yo de espaldas y el encima mío, sin aplastarme.
—Creo que hay un ganador.—mencionó sin quitar aquella estúpida sonrisa. Yo solté en risas y el me acompañó. Cuando nuestras carcajadas cesaron nuevamente volvió a hablar.—¿Prefieres la pizza, el sushi, hamburguesas tal vez? ¿O un buen filete con pasta?—cuestionó Scott mientras se levantaba y me tendía una mano, la tomé y me ayudó a levantarme.
—Sushi está bien para mi.—asentí sonriendo.
—Sushi será entonces—confirmó y colgó su mochila en su hombro.—Pasare por ti a las ocho.
—Bien.—respondí.
—Te veo más tarde.—acercó su rostro al mío y depositó un beso en mi mejilla.—Te diría que te pusieras bonita, aunque creo que eso ya es imposible, siempre estás preciosa.
Y sin decir más, salió de la habitación.
Vaya ironía, ahora parece ser que tenía una cita con Scott Lang.
