Mi Bello Durmiente ||YoonMin||

45 Quarante-Cinq

45° Libro: El Principito.

"Este es mi secreto. Es muy sencillo: sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos."

La mirada de Park Jimin se mantenía en la estantería, específicamente en aquel libro, el último libro, con manos algo temblorosas agarro el libro, pero al quitarlo se percato de algo, unas hojas habían caído al suelo, dejo el libro sobre el sillón y agarro las hojas, estaban dobladas en cuatro y al voltearlas vio que decía claramente: "Para Jimin".

Sin esperar nada más se sentó en el suelo y desdoblo aquellas hojas, no fue difícil saber de quien era aquella letra.

13 de Octubre 2010.

Un día especial para ti Park Jimin, y otro día en que no puedo apartar mi mirada de ti, no sé si te haz dado cuenta, pero desde hace unos meses me siento un tonto cuando estoy contigo, te comportas a veces tan tierno conmigo que siento que soy un completo idiota al no hacerte caso.

Jimin créeme que es difícil escribirte esto y es que planeo dártelo, no sabes lo mucho que he arrancado varias hojas, las estoy viendo ahora mismo, pero eso no importa, sé que haz de pensar ¿por qué está escribiendo esto? La razón es una sola, y es que está sería por así decirlo una carta donde te confieso lo que siento por ti.

Pero pensé que sonaría, no sé, demasiado común, así que mejor he decidido, ser directo contigo, creo que haces que mis sentimientos estén cambiando por ti, Park Jimin, y honestamente tengo miedo, pero no es el típico miedo cuando alguien te sorprende y tu crees que no hay nadie contigo, no. Mi miedo es a que creas que esto es una broma, y que solamente quiero hacerte reír y que yo aparente que es cierto que es una broma.

Y tengo miedo a que me veas a los ojos y me digas que no sientes lo mismo, me aterra que cuando termines de leer está pequeña carta te rías de mí y me digas que estás saliendo con alguien, no sé que haría, pero si te diré que si dijeras algo como eso, estaría dispuesto a pelear por tu tierno corazón, porque me gustaría que te fijes en mí y no solamente como un amigo, si no como alguien que puede estar a tu lado y que te querrá pese a todo.

Créeme que extraño esos momentos cuando la pasábamos solos viendo películas, o alguna maldita serie de televisión, e incluso extraño que vayas a verme a los partidos de baloncesto, aún recuerdo al primero que fuiste, tus mejillas estaban sonrojadas cuando acompañaste al director a entregarme la medalla, creo fue allí cuando todo cambio en mí.

Siempre que te veía pensaba que eras el chico más fabuloso que había conocido y aún lo pienso, te veo y en lo único que puedo pensar es en sonreír, porque eso es lo que causas en mí, Jiminie, me haces sentir feliz a tu lado y que todo está bien, siento como si de verdad el universo nos hubiera juntado y nos hubiera dicho que debemos estar juntos.

Te vi salir con algunas chicas y con pocos chicos, y no sentía celos, sentía envidia ¿la razón? Porque te habías fijado en esas personas, y cada que las veía me preguntaba ¿qué era lo que me faltaba para al fin tener toda tu atención? Pero nunca lo descubría para nada, solo analizaba a aquellas parejas tuyas y no lograba encontrar algo que me diera una señal de lo que me faltaba.

Cuando tuviste a tu ultima pareja me percate de que no me faltaba nada, tenía todo, a ti no te importaba lo material, no te importaba la belleza exterior, te agradaba una actitud sencilla, te agradaba ser halagado pero no mucho, y de pronto sentí que era yo quien había hecho algo mal.

Pero después vi que no había hecho nada mal, y me rendí, hoy me rendí y no contigo, conmigo mismo, no sé si te diste cuenta, pero he estado haciendo cosas que ni siquiera yo creí ser capaz de hacer, quería ser más atento contigo, menos frío y sarcástico, quería ser dulce contigo, llamar tu atención, pero claro mis planes se vinieron abajo, o eso fue lo que creía, llegaste una noche hacia mí y me preguntaste que era lo que me pasaba, nunca te dije la verdad, solo te dije que quería cambiar, pero dijiste que era perfecto tal y como era.