33 Trente-Trois

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33° Libro: Fharenheit 451

"Ve y vive tu vida, cambiándola mientras vives. Yo te seguiré."







La lluvia no era torrencial en esos momentos, pero aún así, Jeon Jungkook quería evitar a toda costa mojarse, no quería pescar de nueva cuenta otro resfriado, siguió corriendo bajo la lluvia, su chamarra lo cubría del frío mientras se dirigía hacia su departamento. Definitivamente había sido una mala decisión haber salido en un día nublado solamente para caminar.

Se detuvo en la puerta de su edificio y la abrió introduciéndose rápidamente para después cerrar la puerta detrás de si y subir las escaleras.

Abrió la puerta de su departamento y entro, no resistió y estornudo, sentía un ligero escalofrió por su cuerpo, rápidamente se dirigió a su habitación y se cambio de ropa poniéndose su pijama, así estaría mejor, se coloco un suéter y suspiro, solo esperaba no enfermarse.

Salio de su habitación, en sus pensamientos solo estaba el tomar algún café o un té para poder quitarse el frío de encima.

Cuando iba caminando dirigiéndose a la cocina, sus ojos lo llevaron a algo que se encontraba en el suelo, frunció levemente el ceño, estaba desconcertado, ¿cómo era que eso había llegado allí?

Levanto del suelo aquel cassette que se encontraba allí, lo miro y vio que tenía su nombre escrito, olvidándose de que quería una bebida caliente, se fue con el cassette en sus manos y lo coloco en una vieja grabadora que estaba situada en su habitación.

A Jungkook le gustaba mucho grabar sus canciones favoritas en cintas, y era por eso que entre los chicos le habían comprado una grabadora para que los pudiera escuchar cuando quisiera.

Lo coloco y la reprodujo, en cuanto empezó una de las canciones sonrío, y recordó de inmediato quien se la había dado.

En esa época, Jungkook era un gran fanático de la banda de rock alternativo Linkin Park, le encantaba escuchar sus canciones. Un día inesperadamente Min Yoongi le había regalado una cinta en dónde él mismo había grabado canciones de esa banda para que Jungkook las escuchará.

"Disfrútalas, sé que te encanta está banda."

Jungkook había estado demasiado feliz por haber recibido tal regalo del pálido, y es que era rara la vez que le daba algún regalo, usualmente Jungkook no recibía regalos de su parte, ya que Yoongi creía suficiente darle más apoyo moral que un regalo y de eso no cabía la menor duda, pero Jungkook quería algo para poder presumir que Min Yoongi se lo había regalado.

Pero Jungkook aún tenía una duda, ¿de dónde había salido ese cassette? Estaba feliz por haberlo encontrado, pero también recordaba que cuando se había cambiado de departamento hace ya tres años, lo había perdido en la mudanza, y que apareciera de esa forma, de alguna manera lo intrigaba un poco.

- Bueno, lo importante es que de nuevo está aquí -sonrió, apago la grabadora y saco la cinta-. Ya no los escucho, pero puedo decir que aún me gustan sus canciones, gracias Yoongi.

Trago grueso después de decir el nombre de aquel que aún seguía sumido en su profundo sueño, bajo la mirada directo a sus manos que sostenían la cinta con su nombre.

Jungkook sentía sus ojos picar, quería que Min Yoongi despertará, no quería que le dieran una mala noticia, lo quería ver, quería decirle que había encontrado el cassette que alguna vez le había regalado, quería verlo enojado y regañándolo por haber perdido la cinta, quería verlo allí con todos platicando.

Se levanto de la cama en donde estaba sentado, se cambio de nueva cuenta la ropa, y se coloco los zapatos, miro la hora y sonrío, no era tan tarde, agarro las llaves de su departamento y antes de salir también llevo consigo el cassette.





Jungkook asomo su cabeza dentro de la habitación ciento veintisiete y allí miro alrededor, no había nadie más que Min Yoongi, sonrió y esta vez abrió la puerta completamente para pasar a la habitación.

- ¡Min Yoongi! -exclamo feliz, solo esperaba que ninguna enfermera entrara a reprocharle de que no podía gritar en un hospital-. ¿Cómo has estado? Seguramente aburrido, después de todo este lugar es algo aburrido.

Se acerco al pálido y vio que en la silla había un libro con un marca paginas puesto, sonrío, eso significaba que Park Jimin aún se encontraba allí leyendo para Yoongi, pero había salido de la habitación.

- Vaya, aún sigue aquí, pensé que ya se había ido, ya es algo tarde para que siga aquí -miro a Yoongi-. Pero es obvio que por ti a él no le importaría quedarse tarde.

Agarro el libro y se sentó en la silla, coloco el libro en su regazo y miro al chico dormido.

- Yoongi, espero no me mates cuando despiertes. ¿Recuerdas que me mude de departamento? Bueno, en la mudanza había perdido la cinta que habías grabado para mi como un obsequio, ¡no pienses que sigue perdida! Está tarde cuando regrese a mi departamento la encontré tirada en el suelo, no sé como apareció, ¡pero estoy muy contento de que apareciera! Me hace recordar buenos momentos con todos.

Sonrió mirando al pelinegro que se encontraba con los parpados cerrados, Jungkook sabía que seguramente lo estaba escuchando atentamente.

- La estuve escuchando en cuanto la encontré, pero me sentí triste -Jungkook bajo la mirada-. Porque... te recordé, y recordé que estabas aquí, y me sentí mal, inclusive quería llorar, no me gusta que estés de esta manera, incluso debo decir que extraño cuando nos regañabas a mí y a Taehyung por andar jugando, extraño cuando ambos a veces tocábamos el piano, ¿recuerdas cuando me enseñaste a tocarlo? Fueron las mejores lecciones, eres un gran maestro -Jungkook de nuevo sintió sus ojos picar-. No sé por qué, pero ahora cada que un recuerdo tuyo pasa por mi memoria, siento ganas de llorar. Yoongi despierta, todos queremos que lo hagas.

Park Jimin estaba a punto de entrar pero al escuchar un sollozo no entro, abrió ligeramente la puerta y miro que estaba Jungkook allí con Min Yoongi, quería ir a abrazarlo para consolarlo, pero no quería interrumpir.

"Las lagrimas a veces son una salida fácil para sentirte mejor, no me verás llorar frente a ti a menudo, pero te quiero hacer saber que cuando veas a alguien así déjalo llorar, lo necesita, porque a veces la tristeza es más fuerte que la alegría."

Jimin cerro la puerta y se fue de nueva cuenta hacia la cafetería del hospital, necesitaba despejarse un poco, pues también él quería llorar, no le gustaba ver a sus amigos tristes, después seguiría leyendo "Fahrenheit 451" de Ray Bradbury para Min Yoongi.

Mi Bello Durmiente  ||YoonMin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora