Capítulo 62: Papas primerizos

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Camille:

-Waaa...waaa

Escucho la alarma sonar y...esperen, nuestra alarma no suena como el llanto de un bebé ¿o sí?. Abro los ojos de golpe encontrándome con Katie llorando en mi pecho.

Camille: "No fue un sueño, realmente estas aquí" sonrió ampliamente ante la vista, mi pequeña es hermosa.

-"Waaa...waaa...waaa" su llanto se intensifica.

Camille: "Oh claro, claro..." tomo asiento sobre la cama y me dispongo a despojarme de mi blusa, pero..."¿tienes hambre o te hiciste en el pañal?" la giro y la acerco un poco para verificar su olor, "¡Uhg! definitivamente es lo segundo" la aparto tratando de recuperar mi olfato.

¿Cómo puede apestar tanto? con su tamaño no creo que haya hecho tanto o al menos no debería. Me levanto rumbo a su habitación ya que ese es el único lugar en el departamento equipado para estas emergencias.

Moose: "Cam...¿a dónde vas?" dice soñoliento.

¿En serio se acaba de despertar hasta ahora?

Camille: Voy a cambiarle el pañal, ya volvemos.

Moose: "Que te diviertas" hunde su rostro en la almohada.

Aja, como si fuera a divertirme con eso, aunque ahora que lo pienso si hay algo que puede ser divertido. Sonrió maliciosamente y me acerco a la cama.

Camille: "Amor..." digo con la voz más dulce del mundo mientras acaricio sus rizos.

Moose: "Mmm..." rueda sobre la cama quedando boca arriba, "¿Qué- cof, cof, ¡uhg! ¿qué es ese olor?" cubre su nariz con ambas manos, comienza a rodar en dirección contraria a nosotras hasta que llega a la orilla y cae.

Por mi parte comienzo reír.

Camille: "Tienes razón, fue divertido" digo aun riendo.

Moose: "Ah mi espalda" se queja mientras se levanta, "eso no es junto".

Camille: "Te lo merecías" saco mi lengua como niña de cuatro años y salgo de la habitación.

Cuando llego a mi destino, coloco a Katie con cuidado sobre la comoda cambiador y busco por todos lados un pañal, crema protectora y toallitas húmedas. Listo ahora es momento de poner en práctica las clases que nos dio mamá sobre como cambiar pañales. Despojo a katie de su pañal con cuidado sintiendo ese horrible olor metiéndose en mi nariz, hago bolita el pañal para luego botarlo en el basurero, tomo un par de toallitas húmedas y comienzo a limpiarla de arriba hacia abajo tal y como me enseño mamá para evitar infecciones.

—"Pareces toda una profesional" escucho decir a mis espaldas.

Camille: Por supuesto, puse mucha atención en clase, no como algunos fantasmitas.

Moose: "Oye, te recuerdo que tu también participaste en esa guerra de talco" rodea mi cintura desde atrás.

Camille: "Tu me atacaste primero ¿qué se suponía que hiciera?" menciono divertida.

Ese día fue muy graciosos, mamá estaba enseñándonos como poner pañales a bebés de juguete, todo marchaba bien hasta que cierta bola de rizos se le paso la mano con el talco y no se le ocurrió algo mejor que iniciar una guerra con el exceso; lo más gracioso fue que cuando mamá entro por la puerta se asusto pensando que éramos fantasmas, nos regaño y luego se nos unió.

Moose: "Aun así también quedaste como una fantasma" reposa su barbilla en mi hombro, "debiste haber visto a mamá, lucia muy graciosa" le dice a Katie.

Nuestro Amor durará para toda la vida (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora