TRIGÉSIMO SEGUNDO

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El pitido a lo lejos de la alarma del celular, me avisa del nuevo día, la alarma esta puesta quince minutos antes del medicamento de Joon, con eso tendría tiempo de despertar y tener todo listo para la hora. Poco a poco mi cuerpo va despertando, despejando la pesadez. De repente, siento una respiración chocando en mi rostro, también un peso extra a mi lado, pero no le presto mucha atención, debe ser el cansancio. Estiro las piernas, debo apagar la alarma antes de que despierte al enfermo, cuando intento estirar los brazos, mi mano choca con algo, abro los ojos de golpe y se me corta la respiración.

Frente a mí, con las manos juntas debajo de su mejilla, un poco encorvado esta Nam Joon durmiendo plácidamente, veo su torso subir y bajar sin mucho esfuerzo. Paso saliva sintiendo el bombeo alocado de mi corazón. ¿Cómo llego a la colchoneta? No pudo caerse de la cama, precisamente la puse separada de la cama por si él se despertaba y quería ir al baño. Él por su propia cuenta llego aquí, la pregunta es ¿Por qué? ¿Acaso quiere volverme loca de los nervios?

Escucho de nuevo la alarma, cierto, debo apagarla. Estiro la mano para alcanzar el celular que justamente esta atrás de él, con mucho cuidado, tomo el celular con los pulgares, evitando a toda costa chocar con él y descarto la alarma para que no siga sonando. La situación es peligrosa para mi corazón que late como loco, debo levantarme de aquí antes de que se ponga peor. Joon se remueve un poco, asustándome otro tanto. Regreso a mi posición mientras pienso en la manera de escapar de ahí sin que él se despierte, no olvido la fiebre de la madrugada; debe estar cansado.

Sin previo aviso, separa sus manos para mover su brazo, lo pone sobre mi vientre y lo enreda en mi cuerpo, debo aguantar la respiración para no alarmarlo. ¡Perfecto! Las cosas no pueden ser peor, se ha pegado a mí, colocando la cabeza en mi hombro, casi siento que me ha aprisionado en la colchoneta.

Estoy sudando frió, miro hacia la cortina, el día es soleado, puede que la habitación de Joon absorba el calor de afuera y por eso parece que estuviera en un sauna, eso, y que está bastante cerca de mí. Su respiración golpea en la piel de mi brazo, el corrientazo viaja hasta mi médula, escucho claramente como el corazón golpea en mi pecho, en cualquier momento me desmayare. No tengo de otra, tendré que usar la fuerza para liberarme, ya no se trata de su salud, se trata de la mía.

–O-o...Oye...–. Es que ni hablar bien puedo.

Desistiré de hablarle, lo apartare con mi fuerza. Intento empujando su cuerpo con mi brazo, se tambalea hacia atrás levemente pero no se mueve de su posición, es frustrante no ser tan fuerte como él. Intento quitar su brazo de mi vientre pero esta aferrado, casi es como si estuviera haciendo fuerza para no ser apartado.

Un momento... 

Según yo, él debería estar débil, ¿entonces porque se está resistiendo? Entorno los ojos, giro la cabeza para verlo, el calor sube a mis mejillas, su rostro nuevamente tiene color, sus largas pestañas no se ven decaídas, debajo de sus ojos no hay ojeras; esa es una buena señal, mis cuidados han surgido efecto. Lo que me hace sentir en parte bien, por otro lado, desearía que siguiera enfermo para poder tratar con él.

–Psss... oye–. Digo con mucho esfuerzo gracias a los nervios.

Se remueve.

–Hmm–.

–Despierta–.

–Estoy despierto–. Dijo sin un toque de pena.

Muevo el hombro arriba y abajo esperando que se aparte. No es justo que yo este nerviosa mientras él pretende dormir plácidamente.

Despacio aparta la cabeza del hombro, abre los ojos, quedando frente a frente cortándome la respiración por tercera vez en la mañana, las ganas de escapar de su alcance han aumentado. Entre cierra los ojos somnoliento.

I-legal ~ RM (BTS)✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora