Los siguientes tres meses se pasaron en un abrir y cerrar de ojos. ¡¿Cómo es posible que estemos a poco de las vísperas navideñas?! Ni siquiera tengo retentiva de lo que fue la semana de descanso en la casa de mis padres, esos momentos de felicidad extrema en el sofá en medio de mis padres mientras criticamos alguna película basada en hechos reales o de superación personal, parecen que fueron en cuestión de segundos.
Logré -¡por fin!- tener una pijamada con mi hermano Yei. Estuvo llamándome por tanto tiempo, que creí mi celular iba a quemarse de tantas llamadas perdidas. Organice mi agenda y con promesas de más horas extras sin paga, a mi jefa, conseguí un día libre para poder verme con él. Fue un fin de semana para que no tuviera problemas en su trabajo de contaduría. Hablamos hasta que la lengua se nos entumeció, los parpados se nos cerraron y nos rendimos al sueño.
Yei tiene 35 años, un hombre ejemplar, respetuoso, educado, amable, de gran corazón como nuestro padre. Sobreprotector, histérico e impulsivo. Cuando estábamos en la escuela, no regresaba a la casa sino era conmigo, busque muchas excusas con los profesores para que él dejara de hacerme guardia y que se regresara soló, pero nada funciono, respondía que tenía tiempo de sobra para esperarme. Lo peor era que sus amigos siempre tenían un juego en mente, ping pong, basket, o futbol y lo entretenían hasta que me veían asomar la cabeza, muchas veces tuve que esperar a que su encuentro terminara para regresarnos.
Siempre estuvo cuidando de mi, aún lo hace, y aunque me hace sentir una inmadura, le agradezco que se preocupe por mi, pero desearía que no fuera extremista; en especial si se trata de las relaciones amorosas.
Cuando lleve a Jin a casa, que fue por desgracia, el primero novio que presente formalmente. Yei se puso a la defensiva, hizo preguntas incomodas y me sentí de muerte con sus amenazas camufladas entre bromas que no me hacían ninguna gracia. ¡Cuán arrepentida estoy de haberlo ignorado!
–No te conviene. Me da mala espina–.
Como Yei decía eso de cada hombre que se me acercaba, lo ignore y hasta llegamos a discutir tan fuerte que mamá tuvo que interferir con su voz de mando para callarnos. Ahora sé, que el sexto sentido de Yei, puede que tenga cierto porcentaje de acertar.
Nos pedimos perdón por cosas del pasado y renovamos nuestras promesas de niños, como por ejemplo, estar juntos así tengamos nuestras familias, visitar a nuestros padres seguido y hacer más pijamadas de hermanos. Lo quiero y sé que él a mí también, nuestra relación de hermanos es más allá de las peleas y los gustos diferentes. Mi hermano mayor es una de las tantas cosas que les agradezco desde el corazón a mis padres. ¡Gracias mamá por no planificar!
En estos tres meses, volví a salir con Nam Joon. Estuvimos en parques, en bares, en el cine y en las bibliotecas. Entre semana no nos veíamos más que para ir al trabajo o por suerte al llegar después de una jornada de arduo trabajo. Los saludos básicos y no más. Pero al llegar el fin de semana –si teníamos tiempo, porque yo tuve que trabajar sábados y hasta domingos y él también- pasaba por mi apartamento, no ha entrado hasta ahora, yo no lo he invitado y él no ha pedido pasar, así que hablamos afuera, tampoco es mucho, solo para preguntar algo o saber si iremos por ahí a matar el tiempo.
Creo que puedo decir con más confianza, que estamos solidificando una buena amistad. En tres meses ya sé cosas de su familia, de su trabajo, de sus compañeros, de su día a día, lo que le aburre, lo que le gusta, lo que detesta, lo que quiere en el futuro. Casi fue como un libro abierto para mi. Y lo mismo es con él, obvio me he guardado cosas íntimas como mis fracasos amorosos y esas cosas que creo que él también omitió porque hasta ahora no lo he escuchado hablar de una novia o de relaciones amorosas, concluyendo que no tiene a nadie y con su trabajo creen que es difícil mantener una relación. Si siendo vecinos nos vemos poco, teniendo una relación que demanda tiempo y ganas, es un total fracaso.
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I-legal ~ RM (BTS)✔
Fiksi PenggemarLos escondes bien pero aparecen cuando sonríes ¿De dónde salen? No mientas, tú eres un ángel ¿Qué eres? Pero esa sonrisa es muy cruel No debería haberte mirado las mejillas Solo tú tienes algo peligroso de verdad Esos hoyuelos son ilegales No, son p...