Hace mucho tiempo pensé que estaba cometiendo la mayor rebeldía de mi vida y para mi padre así lo fue, su castigo y las decisiones que tomó por mis acciones me dejaron marcada, tanto, que mi único objetivo ha sido demostrarles a él y su familia que no soy, ni quiero ser iguales a ello.
Entiendo que no puedo sacarlos de mi porque llevo su sangre pero mientras exista les haré la vida lo más miserable posible.
Así como ellos me la hicieron a mí.
Aquiles me da una mirada indescifrable, sus palabras me dejaron sin respuesta y ahora no sé ¡¿Qué demonios hacer?!
—Es mi turno de preguntar... ¿Aceptas?.
— No entiendo eso de "A ti"...Sé más explícito —Le pregunto y llevo otro sorbo de licor a mis labios tratando de parecer relajada.
Una sonrisa cargada de picardía se dibuja en sus labios— ¿Es tan difícil de entender?...Voy aceptar ese viaje pero solo si decides pasar una noche conmigo.
¡¿QUÉ?!
¿Acabo de escuchar bien?
Es mi turno de soltar una carcajada y él también sonríe—Buen chiste.—Le respondo sin dejar de sonreír.
—¿Bueno, verdad?— Pregunta y asiento con mi cabeza— No es un chiste, es mi única condición si quieres que te acompañe a jugar a los noviecitos.
—¿Crees que soy una prostituta? ¿Acaso piensas que voy a darte tanto ? Hay otros que pueden hacer este trabajo, idiota...Te has equivocado conmigo.
Se encoge de hombros— Pues que te vaya muy bien encontrándolo.
Se termina la cerveza y clava sus impresionantes ojos en los míos esperando que me retracte.
¿Por qué me empeño con este tipo si al final puedo conseguir a alguien más?
Creo que la única verdad que puedo aceptarle a mi familia es que estoy loca.
¿Cómo se atreve a ofrecerme estar con él con tal de ayudarme?
Es que no tiene lógica.
O bueno si la tiene, es un ladrón ¡Por el amor de Dios!
Lo cierto es que este idiota no abusó de mi esa noche a pesar de que era la orden, no me lastimó y por alguna razón considero que es la mejor opción hasta ahora, no quiero llevar a algunos de mis pocos amigos refinados, esa no es mi intención, necesito a alguien que los desestabilice, alguien que les recuerde a él.
El silencio continúa hasta que él lo interrumpe—Ha sido un hermoso placer de verdad haberte robado y ahora discutir contigo esta propuesta, suerte con la búsqueda de tu ordinario príncipe— Se pone de pie y respiro hondo antes de hablar.
— ¿A qué te refieres con eso de una noche?.
Frunce el ceño y responde—¿Cuántos años tienes quince?—Vuelve a tomar asiento y ruedo mis ojos.
Hace más de seis años no sé lo que es estar con alguien, estoy un poco obsoleta en el tema pero eso no lo diré.
—¿No te parece suficiente los cien mil dólares que se llevaron de mis joyas?.
Niega con su cabeza—Eso ni siquiera era para mí, aunque si recibí mi buena parte no te voy a mentir...—He tratado con muchos criminales en mi carrera pero ninguno tan honesto y relajado cómo él —Deberías estar agradecida ¿Sabes?.
— ¿Ah sí? y según tú ¿Por qué?.
Le hace un gesto con su mano a la mesera para que nos traiga dos cervezas más y continúa—Primero, gracias a ese robo pudiste conocer a tu futuro "novio"—Encierra las palabras en comillas—Segundo, te estoy cobrando demasiado económico para el tipo de actuación que esto requiere y tercero, solo será placer, nada de besos, créeme al final tú eres la que más esta ganando con todo esto...—Abro la boca para decir algo pero me hace un gesto con su mano para que me detenga— Y por último, me ayudará un poco a que esto se vea más real...Piénsalo.
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Robando tu corazón |EN DESARROLLO
RomanceFiorella Altadonna es una mujer ruda aunque su apariencia angelical pueda engañar a cualquiera. Su apellido es uno de los más poderosos de Italia pero su personalidad avasallante y su ímpetu de llevar siempre la contraria la ha convertido en la ovej...