EP. 1

778 52 11
                                    

-Hoy mi Padre nos mando un carruaje para ir a donde el estaba, todo el camino estuve muy emocionada, ya que tenía mucha curiosidad de saber que era la sorpresa, pasó el tiempo y llegamos a la mansión en donde estaba mi padre, salí del carruaje con la ayuda de mi mamá y entramos a la mansión, concretamente a la sala de estar.

-Y bueno querido, que es esa maravillosa sorpresa que mencionaste en tu carta? -dijo mi madre sentándose en uno de los sofás.

-Bueno, se que hace muchos años nuestra bella hija, nos pidió un "deseo de cumpleaños" que no le pudimos cumplir -mi mente se perdió por un momento tratando de recordar que podría ser, mientras que mi madre empezó a ver con mucha curiosidad a mi papá- iré al punto, hace unos días conocí a una niña curiosa, juguetona, amable y muy bondadosa, que lamentablemente no tiene padres -mi papá iba a continuar pero mi madre le interrumpió.

-Querido, acaso estás insinuando en... adoptar a esa niña de la que hablas? -mi corazón latió rápido, pensando que por fin tendría una hermana con quien jugar- no crees que es algo repentino?

-Lo sé, se que quizás es algo muy apresurado, pero cuando la vi recordé a mi hermosa hija, y que recordé su deseo de cumpleaños, y pensé que quizás era una buena idea... pero quien tiene la última palabra aquí es _______ -mi padre me miro con un brillo en sus ojos y mi madre me miró expectante a mi respuesta, y no lo pensé dos veces para correr hacia mi papá y abrazarlo fuerte.

-Si! -dije mientras el me levanto en sus brazos con un fuerte abrazo-

-Querida, recuerda tus modales -dijo mi mamá para después acercarse hasta nosotros- querida, de verdad quieres una hermana? -dijo ella acariciando mi mejilla, esperando mi respuesta, mientras que mi padre me bajaba de sus brazos.

-Si, madre, quiero una hermana, y por como la describe mi padre, apuesto a que podré jugar mucho con ella y compartir todos mis juguetes con ella también -dije con una gran sonrisa en mi rostro, al igual que en los rostros de mis padres se les formó una gran sonrisa.

-Jane, solo falta tu respuesta, que dices querida? -mi madre me dio un fuerte abrazo.

-Por supuesto, por fin tendremos otra hija, y tu querida -dijo dándome un leve beso en la frente- la hermana que tanto nos habias pedido -después sentimos como los brazos de mi padre nos rodearon a ambas, quien de la emoción nos abrazo muy fuerte a las dos.

El resto del día mi padre nos contó más acerca de aquella niña que conoció, y también nos dijo que se llamaba Candy, al oír su nombre pensé que ella tenía un lindo nombre y que me encantaría ser su hermana, mis padres acordaron que a todos le dirían que Candy era la hija de un familiar lejano, que había fallecido, ya que no querían que "se burlaran" los demás de ella, y pues en eso quedamos todos y por fin nos fuimos a dormir, yo casi no pude dormir por que estaba muy muy emocionada, ya que al día siguiente conoceríamos a Candy, así que apenas dormí esa noche.

Al día siguiente...

A la mañana siguiente mi madre me ayudo a arreglarme y a peinarme, me hizo una media coleta y me puso uno de mis listones para ocasiones especiales, cuando todos nos terminamos de arreglar, nos pusimos en marcha hacia aquel orfanato, en el cual se encontraba Candy.

(A partir de aquí, habrá algunos detalles que cambiaré para la trama, así que si no ven que la "escena" es igual a la original, no es un error, es por que lo decidí modificar un poco.)

Cuando llegamos, primero bajo del carruaje mi padre ayudando a mi madre a bajar y después a mi.

-Es un placer verlo Señor Britter -dijo una señora que portaba unos lentes y un pelo castaño recogido en un chongo.
-He venido con mi esposa y mi hija -dijo mi padre.
-Buenos días, señoritas, es un placer conocerlas -dije haciendo una pequeña reverencia.
-Que Linda Señorita, los estábamos esperando a usted y a su familia -dijo la señorita que estaba vestida como una monja.
-Donde está Candy? -pregunto mi padre.
-Descansen un poco -volvió a hablar la antes mencionada.
-Imposible hermana maria, tenemos que viajar urgentemente a la ciudad -dijo mi padre, cosa que lamentablemente es verdad, que mal que nos tenemos que ir de aquí tan pronto.
-Oh que pena -dijo la señorita que traía los lentes.
-Y donde está esa niña juguetona, traviesa, amable y bondadosa? -dijo mi madre con un tono curioso y emocionada.

Losing Control. Terry y Tu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora