Ahí estaba Marcos, siendo regañado por haber escapado de su familia la noche anterior, en el suelo arrodillando y recibiendo su refuta por parte de su madre. Pero lo que hacia no era reflexionar. Solo lograba pensar en las expresiones de Richard cuando Marcos le estaba chupando su...
—Además, ¿a donde mierda fuiste?—Le refutó su madre. — ¿Acaso con un amigo, una novia?
—No, Mamá.
—Llame a la Madre de Miguel Ángel, ese... Mickey... maic. Y dijo que no estuviste ahí. Así que no se que otro amigo podría ser— Dudo unos segundos.
—No tengo más Mamá
—¡Deberías! Quítate la ropa debo examinar que no te haya pasado nada.
—Ma' no es necesario, ya dije que estoy...— Ladeo unos segundos... Richard le había hecho marcas en el torso la noche pasada—... bien.
—¿Qué?
—¿Qué de que?
—Te quedaste en silencio un rato, estabas viendo en que mentir ¿cierto sin vergüenza?
—Es que si me lastimé, pero fue muy poco. — su mamá le hizo un ademán indicándole que debía mostrarle—. No es necesario, ya se está curando.
Se levantó y se dirigió a su habitación.
—Andrés—. Llamó su Mamá, claramente enojada. Y Marcos volteo aún más asustado.
—Es que pensé que ya habías concluido...
Su madre se sentó en el sofá y dio palmadas para que este se sentara a su lado. Lo cual obedeció.
—Tu sabes que cuando una mujer y un hombre se quieren mucho... Tienen relaciones, y ya tú sabes...
Ojalá su madre le diera la charla de hombre con hombre en vez de esta, la necesitaba bastante.
—Si Mamá, lo sé.
—Bueno, ¿no te gusta alguna chava de tu instituto?—. Dicho esto Marcos pensó... realmente el necesitaba consejos. Solo necesitaba taparlo un poco ¿no?
—Bueno... Pero si te lo cuento no me la comentaras nunca más.
—¡Claro claro!—. Esta empezó a emocionarse por entablar una charla así con su hijo.
—Bueno... Es alta, blanca, cabellos y ojos cafés con un mechón azul en la mitad de su flequillo y una cara sonriente todo el tiempo. Dulce y atenta, le gusta mucho mirarme... Me dice varios apodos—. Marcos empezó a relajarse y soltarse un poco. Intentado concentrarse en cambiar de género todas las palabras que podía—. Marquitos, conejito, bebé. Pero no se como hacer para ser más considerado con él...la. Solo es que no quiero que se pase y después me abandone como me pasó con anterioridad. Tengo miedo de que algo nos separe, y nunca más pueda verlo...
—¿Ver qué?—. Preguntó la mujer
Mayor—...—. Marcos cayó en cuenta. — ¡A-ah si! Ver lo hermosa de ...su sonrisa más- ¡no! Eh-Nunca más.
—Wao wao, nunca te había visto tan emociono, la ultima vez que fue: ¡es cuando estaba Ricardo acá! ¡Ahh que emoción!
—¿Ricar...— Oh cierto.
—Si, obviamente ya te has olvidado de el. Ricardo Ochoa, era el hijo de Liliana. Mmmm....Creo que ya volvieron a la ciudad. ¡Que importa! Mira hijo, ¿Tú...
—¡E-Espera!—. Interrumpió Marcos a su madre— Quisiera preguntarte algo sobre eso.
—Claro dime.