Isla Melemele...
Para cuando Ash y sus Pokémon llegaron a la escena del desastre, la policía ya había acordonado el área y se encontraba interrogando a los testigos. Charizard había regresado a su forma base, y Ash y Pikachu comenzaron a ver por todas partes. Oricorio se echó a volar hacia una Enfermera Joy que estaba atendiendo a un Pancham, y por los lentes (que estaban rotos) supo que se trataba del de Serena.
- ¡Ori, ori! – empezó a graznar, preocupado por su colega.
- ¿Qué te ocurre? – preguntó la enfermera al verlo, pero este solo siguió agitándose.
- ¡Enfermera Joy! – se aproximó Ash a toda prisa. – ¿Qué sucedió aquí?
- Estaban organizando un torneo femenino, pero alguien atacó durante la final. – explicó la enfermera. – Parece ser que su objetivo no era el dinero del premio, sino secuestrar a las dos chicas que estaban peleando. Este Pancham pertenecía a una de ellas. La anunciadora del torneo dijo que sus nombres eran Serena y Misty.
- No... – Ash apretó los puños, sintiendo la creciente preocupación mezclada con una ira que comenzaba a arder. ¿Quién podría haber querido secuestrar a Serena y a Misty, y por qué?
- ¡Ash Ketchum! – escuchó anunciando a la oficial Jenny por el megáfono. – ¿Hay algún Ash Ketchum por aquí?
- ¡Soy yo! – replicó el aludido. – ¿Qué pasa, Oficial Jenny?
- Estuvimos examinando la escena y encontramos esto. Está dirigido a ti por alguna razón.
La oficial le entregó un par de dispositivos, junto a una nota doblada que decía "Entregar solo a Ash Ketchum". Uno de ellos tenía una ranura USB, pero el otro no tenía idea de lo que pudiera ser, solo tenía una lucecita que parpadeaba y un par de botones, parecía un control remoto para cerrar portones o autos. Por suerte para él, su teléfono tenía una ranura para dispositivos USB, tal vez en él hubiera alguna respuesta. Sin perder tiempo lo conectó y lo abrió. En pantalla apareció una figura encapuchada, y habló con una voz claramente filtrada con un modulador.
- Saludos, Ash Ketchum. ¿Me recuerdas? Porque yo sí te recuerdo a ti. Después de todo, es difícil olvidar al culpable de que casi me haya muerto en el Lago Valor hace tantos años.
- ¿Lago Valor? – se preguntó de repente Ash. Pero entonces se puso a pensar y poco a poco se acordó. – No... no puede ser que se trate de ella.
- No tengo idea de cómo fue que sobreviví a eso. – prosiguió la mujer en el mensaje. – Pero si lo hice, imagino que debió de ser una razón. Jamás imaginé que me encontraría con el mocoso que arruinó mi vida hace tantos años, y decidí que es tiempo de que tú y yo arreglemos cuentas de una vez por todas. Este es el trato. Si quieres volver a ver a tus queridas amiguitas, todo lo que tienes que hacer es usar el dispositivo rastreador que te dejé junto con este mensaje para encontrarme. Imagino que no necesitaré decirte que más te vale que vengas solo, o de lo contrario... algo malo podría pasarles. Hasta entonces, el tiempo corre. Nos veremos.
Y ahí terminó el mensaje. Así que el otro dispositivo era un rastreador, y se lo había dejado para que pudiera encontrarla. La oficial Jenny también lo observó con interés; quienquiera que fuese esa mujer, tenía una cuenta pendiente con Ash y quería saldarla, usando a Misty y Serena como palanca para que no se atreviera a rehusarse. Ash sin embargo, supo exactamente de quién se trataba.
- Temo que tendrás que acompañarme a la estación de policía. – dijo Jenny. – No sé cómo, pero considerando que tú pareces estar en el centro de todo esto, tendremos que pedir tu colaboración para resolver eso.
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Encrucijadas: Entre una Sirena y una Princesa
FanfictionBuscando relajarse un poco, Ash se ha ido en unas pequeñas vacaciones con sus dos mejores amigas en un crucero con rumbo a la región de Alola. Sin embargo, Misty y Serena quieren aprovechar este tiempo no solo para divertirse, sino para que Ash tome...