capítulo 19

37 3 0
                                    

-Por lo que más quieras, hermana, te pido perdón por esto pero, yo quiero ser madre, no dejaré que tú me arrebates esta oportunidad de tener algo por qué vivir. Yo... sino tengo a mi bebé me suicidare, déjame por favor tener a mi hijo. -me decía entre llanto y desesperada me pedía que la dejara tener a su hijo. -Tú dijiste que no me odiarías... P-por favor...

Lágrimas salen de mis ojos sin parar, quiero enserio que lo tenga, pero, no quiero que el padre sea Jackson... no sé que hacer.

-Mi pequeña... -llamé su atención, haciendo que me mirará a los ojos. - No haré que abortes, no es lo correcto, pero... Sólo te pido que Jackson no lo sepa.

-¡Todo por mi bebé! -exclamó, asintiendo. La abracé una última vez y salí de nuevo a la reunión familiar.



.......



-S-sigue así... ah... -llegamos al climax y Jimin se acostó a mi lado exhausto.

-Te amo. -dije de repente, siendo sincera.

-Yo más, mi vida. -unió nuestros labios en un dulce y amoroso beso sabor a miel.

-Promete que si nuestra relación no perdura tanto como lo tenemos planeado, consigas a alguien que de verdad te ame y sea mejor que yo, que te de una vida por la cual estés orgulloso de tener... ¿me lo prometes?

-Te prometo que lo haré, pero tú también tendrías que encontrar a alguien que te haga feliz. Alguien mejor que yo.

-Es una promesa. Ahora, sólo quiero dormir amor, yo... dormiré en la habitación de huéspedes. Descansa. -sin esperar respuesta alguna, dejé a Jimin con sus palabras en la boca y me vestí para irme a dormir. Quería llorar, quería estar sola por una noche. Aunque me doliera tenía que aceptar que Jimin después de todo se quedaría con alguien más.

Y lloré, hasta saber que ya no quedaba una lágrima más, hasta sentirme un poco más aliviada y quedarme dormida profundamente.

Al día siguiente.

Desperté por el ruido de la alarma chillona que me encabronaba.

Una sombra se posó en frente de mí y Abrí mis ojos fastidiada, esperaba encontrarme con Jimin pero no. Lo primero que vi fueron sus ojos, suspiró y me sonrió pícaro.

-Buenos días, mi amor. -se acercó a mi para robarme un beso pero lo esquive y le dí una bofetada furiosa.

-No te atrevas a tocarme, imbécil. -escupi, asqueada por tener su rostro tan cerca.

-Debes recordar, mi amor, que serás mi sumisa, y ya sabes que pasará si te niegas. -se volvió a acercar a mí y ésta vez me besó delicadamente. -Ahora, no te puedes negar a nada de lo que te ordene, recuerda que solo te queda una semana.

Se quitó sus Jeans y su camiseta, me ordenó que hiciera lo mismo y eso hice, ya estaba muy aterrada, no quería saber que pasaba si me negaba.

Terminó de quitarse su boxer y cuando me vio a su disposición bajo su rostro hasta mi sexo y lo hizo, una lágrima salió de mis ojos, no quería entregarme a él pero después de un rato la excitación me ganó y gemí en respuesta a sus caricias.

Metió uno de sus dedos en mí, seguí gimiendo y él paró, metió esta vez su lengua en mí y me corrí en él, subió sus besos hasta mis pechos y succionó uno haciéndome delirar.

Una, dos, tres veces más y llegamos al orgasmo, me pare de la cama y me metí al baño a quitarme el sentimiento de culpa, me sentía sucia, mientras me bañaba lágrimas junto con el agua corrían.

Supe que Jimin cuando desperté ya no estaba por la hora, el reloj marcaban las once y treinta y cinco de la mañana.

Terminé de hacer mi rutina diaria y volví a la habitación, ya no estaba, tenía un sabor amargo en mi boca, en estos momentos me odiaba, un escalofrío me recorrió todo el cuerpo al pensar en lo que había pasado hace poco.



........



-¿Te sientes bien? -me pregunta preocupado al verme correr hasta el baño. Vomite. Me sentía mal.

-¡Estoy bien! -grito desde el baño. No sé que me pudo haber caído mal la noche anterior, pero ya creo que debería ir a un doctor. No pare de vomitar toda la noche, ya me estaba preocupando.

Me levanté y me lave la cara, me veía mal, demacrada, con ojeras. Decidí meterme a la ducha. Después de salir Jimin me fulmina con la mirada, trago saliva.

-¿Estás... Segura de que te encuentras bien? - me pregunta comenzando a revisar me por todos lados, se veía muy preocupado. Como era más baja que él mi rostro quedaba justo en su cuello. Quiero besarlo, pero cuando me acerco un escalofrío me invade y un dolor de estómago también. Me retuerzo de dolor y caigo al piso. Jimin rápidamente me toma en sus brazos y me acuesta en la cama delicadamente.

-Graci... ¡Pasame algo para vomitar! -grito al sentir náuseas, Jimin toma un pote que estaba por casualidad a su lado y me lo pasa. Me siento aliviada al terminar de expulsar todo el líquido por mi boca. Y es ahí cuando me decido por ir al doctor.




........



-¿Te puedes quedar aquí, amor? Solo serán unos minutos, creo que es mejor que pase yo sola. -intento convencer a Jimin de que se quede y no entre a la consulta con el doctor. No sé que pueda pasar. Pero tengo un presentimiento no muy bueno.

-De acuerdo. Pero me dices todo lo que pase. -me sonríe haciendo que sus hermosos ojitos se conviertan en dos lineas. Le doy una sonrisa igualmente mostrando mis hoyuelos y estoy por entrar pero siento como me toman del brazo y me pegan a su pecho. Nos abrazamos por unos minutos y después Jimin me toma del rostro. Intensifica su mirada en mis ojos, yo hago lo mismo. Pero esta vez él se moja los labios, me deleito. Mi mirada ahora es dilatada al ver sus labios esperando para ser devorados por mí, como lo haría una Leona con hambre. Sonrió al ver que me estaba tentando y se alejó de mí. Frunci el ceño.

-¿Qué pasa?

-Ya entra, se te hará tarde. -sonríe pícaro. Ruedo los ojos y entro a la consulta. Suspiro.



.........




Miré de nuevo el aparato y me volví a hacer la prueba, todavía no me lo creía. Esperé los 5 minutos y sentí que fueron una eternidad, al ver el resultado por quinta vez quise gritar pero tomé una almohada y grité en esta. No sabía que hacer, el doctor me recomendó viajar antes porque después no lo podría hacer, era riesgoso. Jimin me pregunto que me pasaba, pero como siempre lo esquivé diciendo que solo tenía un resfriado y que pronto me curaría, aunque sé que ese "pronto" No pasará. Después de la consulta con el doctor, Jimin insistió en ir a comer algo, yo todavía seguía con náuseas por lo que estuve a punto de vomitar en la camiseta negra de Jimin, pero por suerte corrí hasta un pote de basura que estaba cerca de nosotros en ese momento.

Si me iba a París con Jackson ¿como haría? Si él se entera puede hacer la misma estupidez de la última vez y eso me aterra, quiero ser madre, y no dejaré que un imbécil como él lo impida. Ahora tenía que ocultar a este bebé de todos, pero más que todo de Jimin y de Jackson.

Por Dios, ¿cuando podré tener una vida tranquila?

Y lo peor de todo; no se quién es el padre del bebé que estoy esperando.

"La primera lagrima" P. JMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora