capítulo 20

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—Linda, ya ven a dormir conmigo. Si me vuelves a dejar solo terminaré con el aspecto de un zombie. —hace un puchero, pareciéndose a un hermoso cachorro.

—Jiminnie, ya te he dicho que no quiero pegarte el virus. —esa era mi excusa diariamente para mantener distancia.

—¡No importa, yo quiero dormir contigo! —exclama, cruzándose de brazos.

—Digas lo que digas no me harás cambiar de parecer, chantajeador. —le saqué la lengua, haciendo lo que hacía de nuevo.

—¡Solo soy un bebé que necesita de cuidados! —hace un tierno puchero y pestañea inflando sus cachetes. —No me puedes culpar por eso, además, mi mommy eres tú.

—Pues... Esta mommy se va a su habitación a dormir. —salí corriendo hasta llegar a la puerta de mi habitación y botar todo el aire que estaba conteniendo. No quiero que Jimin sospeche nada, por lo tanto si duro mucho con esto del virus sería raro. Estába segura que él mismo me llevaría al médico y ahí mi secreto ya no sería secreto. Me dolía tener que mantenerme distante con él, pues es lo que menos me gusta hacer. También quería dormir a su lado, abrazados como solíamos dormir antes. Pero si iba a estar vomitando a cada rato, no me podía arriesgar a que él llamara a su médico personal, sin necesidad de ir a un hospital.

Me acomode en la cama ya casi lista para dormir cuando siento náuseas y me paro de golpe directo al baño. Me arrodillo al frente del inodoro, comenzando a votar toda la cena que tan sólo minutos antes que había terminado de digerir. Mientras me limpiaba, pensé en lo que había pasado con Melisa. Si Jackson me quisiera tanto, ¿entonces porqué no me deja en paz y es feliz con mi hermana? Él podía hacer lo que quisiera, pero debía venir hacia mi y arruinar mi vida. Como siempre quiso hacerlo. Tal vez... Si Melisa le da un hijo a Jackson este me dejará en paz y se irá con mi hermana. Pero si no quiere, lo amenazare, y si no hace nada, acudiré a su padre para que lo obligue a casarse con mi hermana y se haga responsable del bebé que ella espera. Sinceramente era un plan maravilloso. Pero luego estaba eso de que no sé de quién es el hijo que espero y me aterra mucho si es de Jackson.

Salgo del baño, tomando una bocanada de aire, y soltando todo al acostarme en la cama.

Mañana será un día largo.

Cerré los ojos tratado de conciliar el sueño, pero un recuerdo me vino a la mente y cerré los ojos de golpe. Ya no falta mucho para que Jackson cumpla su promesa y mi pesadilla empiece.

Estoy segura que la pasaré mal.



........



Me levanté por la escandalosa alarma y me estire bostezando.

Agarré una maletica que tenía guardada en el armario y busque algunas prendas, ya no faltaba mucho para que el plan de Jackson comenzara.

Escuché unos pasos desde afuera en el pasillo y empecé a guardar todo rápidamente. Mi corazón latía tan frenéticamente que sentía como por poco se salía de su lugar. Solo me faltaba recoger mis cosas para no dejar rastro. La manilla de la puerta empezó a moverse hacia un lado y trague saliva. En un movimiento rápido tiré la maletica a un lado de mi cama, sin que se viera. Jimin entró a la habitación y me sonrió. Tomé una bocanada de aire tratando de tranquilizar mi ritmo cardíaco y mi reparación agitada.

—¿Estás bien? —me pregunta agarrándome de la barbilla. Cierro los ojos y asiento levemente.

—Sí, sólo que tuve una pesadilla. Nada más. —me esfuerzo por hacer una sonrisa.

—¿Segura? —vuelve a preguntar y desvío mi mirada a otro lado.

—Te digo que últimamente no estoy muy bien. —admito, soltando un poco del aire que estoy conteniendo.

"La primera lagrima" P. JMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora