Enamorado de mi Jefa

Secreto

Alia

Nuevamente estábamos cerca, tan cerca que podría besarle si lo quisiera. Y vaya que quiero. Nuestras miradas se cruzan por algunos segundos, puedo notar como él baja su mirada hacía mis labios y muerde el suyo, joder... No podré aguantar más si hace eso. Erick alza una mano y la acerca a mi rostro, acomoda un mechón de cabello detrás de mi oreja para seguir mirándome intensamente.

Desde el primer momento en que lo vi, supe que era diferente. Ningún chico me hace sentir lo que él. Estoy consiente que es mi asistente y en la cantidad de problemas que puedo ocasionar si siento algo por él y me encantaría correr ese riesgo.

Lentamente Erick se acerca a mis rostro, sé que el quiere esto tanto como yo. Sin pensarlo dos veces uní mis labios con los de él, comenzando un lento y tierno beso. Siento como sus manos se colocan en mis mejillas, acariciándolas lentamente. Luego de algunos segundos Erick se separa, aparta sus manos de mi rostro y baja la mirada.

─Erick... 

¿Qué paso? Todo iba bien.

─L-Lo siento... No pude resistirme ─observo como aprieta sus puños, está nervioso.

─Está bien. Si no lo hacías tú, lo iba a hacer yo. ─rápidamente me mira, amo cuando se sonroja de esa manera. Le dedico una pequeña sonrisa, parece que no esperaba esas palabras de mi parte.

Narradora

─Yo... ─las mejillas de aquel chico estaban totalmente coloradas, no podía formular respuesta alguna debido a los nervios.

─Desde hace tiempo quería besarte, Erick... ─la castaña colocó sus manos en las mejillas del mencionado, observando sus labios.

─Alia... ─al sentirla tan cerca, la tomó de la cintura, haciendo que ambos se miraran fijamente.

─Cada que te veo, me dan ganas de besarte. De estar cerca de ti. 

Aquellas palabras por parte de Alia hacían que Erick comenzara a tomar valor. Esta era su oportunidad, tenía que dejar de negar sus sentimientos hacía su jefa, tenía que decirle la verdad.

─Me gustas, Alia. 

─¿Qué?...

─Me gustas tanto ─la miró fijamente a los ojos─. Estoy completamente encantado de ti. Eres tan inteligente, hermosa, amable... Eres un ángel. Te admiro tanto por todas las cosas que has logrado, por todo lo que has pasado. Imaginar el tener una oportunidad contigo... Me parece imposible.

La castaña estaba tan sorprendida por aquellas palabras, no podía creer lo que escuchaba. Soltó una pequeña risa, sus mejillas estaban sonrojadas y sus manos seguían en las mejillas de Erick.

─Tú me parecías imposible. Nunca creí que conocería a alguien como tú. Alguien tan maravilloso. 

Ambos se quedaron en silencio por algunos segundos, no podían dejar de mirarse. Parecía irreal lo que estaba pasando. Sin pensarlo dos veces, Erick se acerco al rostro de Alia, para nuevamente besar aquellos labios que desde hace tiempo quería besar. La castaña no dudo en corresponder aquel beso, acompañado de pequeños roces entre lenguas, rodeando el cuello de este con sus brazos para poder profundizar aquel beso.

Luego de algunos segundos, separaron sus labios, observándose nuevamente. Ambos estaban felices, correspondían sus sentimientos y aquellos besos tan esperados habían valido totalmente la pena. Sin embargo, había una persona que todavía no podía creerlo.

─Eso fue... ─susurró el pelinegro sin dejar de mirar los ojos de Alia.

─Increíble ─respondió Alia con una sonrisa en sus labios.

─Tú eres increíble.

─No pensarás eso en los próximos segundos... 

─¿De qué hablas? ─preguntó con una cara de confusión.

─Me gustas, Erick. Me gustas demasiado y me alegra tanto saber que sientes lo mismo por mí. El problema es-

─Que eres mi jefa. 

─Sí y la cantidad de problemas que podemos tener si mantenemos una relación.

De inmediato, Erick dio un paso hacía atrás, retirando sus manos del cuerpo de Alia. Estaba sorprendido, había tocado el cielo al ser correspondido y besado por Alia, y ahora lo dejaba caer de golpe. Alia, al notar aquella acción por parte del pelinegro, volvió a acercarse para tomar sus manos.

─Quiero intentarlo, Erick. Quiero estar a tu lado, pero necesito que quede entre nosotros... ─dijo mientras le miraba suplicante. 

─¿Tendremos que escondernos? ─soltó de reprende.

─No exactamente, me refiero a mantener esto en secreto ─le miro sonriendo un poco─. Sé que te estoy pidiendo demasiado... ─lentamente soltó las manos de Erick─. Así que, decidas lo que decidas, voy a respetarlo.

El silencio reinó sobre aquella oficina, a Erick no le agradaba del todo tener una relación de adolescentes en secreto, pero las circunstancias lo justificaban. ¿De verdad había llegado tan lejos como para renunciar tan rápido? ¡Por supuesto que no! Miró con seguridad a Alia mientras tomaba sus manos.

─También quiero intentarlo, pase lo que pase.

Los ojos de Alia se abrieron como platos, no podía creer en las palabras de Erick. Sin esperar demasiado, se lanzó hacía los brazos de Erick. 

─Erick... ─susurró con una sonrisa en los labios.

Ese sería el comienzo del secreto más bello y amargo de sus vidas.

LO HABÍA ESPERANDO TANTO COMO USTEDES ♥

Lamento tardar en actualizar:( pero no quiero hacer capítulos feos, espero estar libre en una semana, les recuerdo que todavía no tengo vacaciones c: kill me please.

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