Mi Hermosa Comandante.

Capítulo 148: Cavando la propia tumba. (2)

¿Disculpa?

¿Está su hermano pensando que una simple disculpa sería suficiente? Jun Moyin sonrió irónicamente.

Fue la razón principal de todo este drama. Decidió que se lo explicaría de una manera convincente. Oró en su corazón para que su cuñada estuviera de buen humor hoy, si no las consecuencias serían terribles para ellos.

Lo que no sabía era que no importaba lo relajada y feliz que estuviera, Xia Lian no los dejaría libres hoy.

Mientras pensaba cómo aplacar a la muchacha humeante, llegaron a las puertas de la ciudad oscura. La puerta de entrada a la ciudad era majestuosa con las estatuas de dragones altísimos, a diferencia de los negocios sombríos que tienen lugar dentro de las murallas de la ciudad. Montando a lo largo de las calles concurridas, rápidamente llegaron a la Casa de Subastas Black Dragon.

La charla de la multitud era claramente audible para el mundo exterior, lo que indicaba que toda la casa de subastas estaba repleta de multitudes.

"Hermano, parece muy animado hoy". Jun Moyin comentó mientras desmontaba de su caballo.

"Por supuesto que lo será, van a subastar nuevos venenos hoy". Xuan Li Wei originalmente no estaba interesado en estos venenos, pero sus camaradas ganaron al final.

¿Por qué agotar sus esfuerzos, si pudieran usar un veneno simple? Pero esta era una casa de subastas, donde las cantidades ridículas tendrán un precio incluso para una roca, por no hablar de venenos. Suspiró mientras caminaba hacia la casa de subastas "Esperemos que el precio de los venenos no exceda nuestro alcance".

"Hmm" Jun Moyin de repente recordó algo "Hermano, escuché que hoy habrá una prueba en vivo".

Ahora, esto era algo. Xuan Li Wei levantó sus cejas en diversión. ¿Quién en el mundo tiene tanta confianza y habilidades para realizar pruebas en vivo? El día será interesante, o por lo que pensó que no sabía que iba a ser el sujeto de prueba de la prueba en vivo.

Después de echar un vistazo a su ficha, los guardias inmediatamente escoltaron a Xuan Li Wei y Jun Moyin.

Xuan Li Wei estaba vestido con una túnica blanca que lo hacía parecer una deidad venerable. Su cara helada y vacía de cualquier expresión hizo que las personas en la habitación desarrollaran un profundo sentimiento de miedo en sus corazones. Pero, el hombre era demasiado guapo como para que unas pocas mujeres valientes lo miraran fijamente a la cara sin vergüenza. No se habla de mujeres, incluso los hombres se fijaron en este espécimen que definitivamente fue la fuente de su envidia. Efectivamente, la gente comenzó a hablar sobre el hombre frío pero guapo que caminaba delante de ellos.

Sintiendo las miradas más intensas dirigidas hacia él, Xuan Li Wei inclinó su rostro y miró a todos los que estaban en la habitación. Sus fruncidas cejas indicaron su molestia haciendo que todas las personas temblaran bajo su mirada.

La atmósfera que lo rodeaba se volvió aterradora cuando emitió un aura sedienta de sangre que correspondía a su título de dios de la guerra. Bajo sus intensos ojos color avellana, todos aquellos que inicialmente estaban mirando se acurrucaron en una esquina al instante.

¡Pobres compañeros, mi hermano mayor no es alguien a quien puedas mirar simplemente! ¡Su alma y su cuerpo están reservados exclusivamente para la cuñada! Jun Moyin soltó una carcajada en su corazón después de ver sus lamentables apariciones.

Después de silenciar a la ruidosa multitud, Xuan Li Wei, inconscientemente, levantó la cabeza y miró a cierta habitación en el piso superior. Sus ojos estaban específicamente bloqueados en la ventana que estaba cubierta con una cortina de cuentas. Podía ver la débil silueta de una persona detrás de ella.

Puede ser que el viento ya no quisiera atormentar su mente, ya que volaba contra la ventana haciendo que la cortina de cuentas bailara junto con ella, revelando a la persona en la habitación.

La persona detrás de la cortina parecía estar hablando con alguien en la habitación, ya que solo su perfil lateral era visible. Incluso entonces, uno podría decir que la persona era extremadamente hermosa y encantadora. La persona estaba vestida con una túnica blanca y su cuello estaba completamente cubierto por la túnica, lo que hacía que el niño pareciera más maduro para su edad.

Parecía que la conversación en la habitación se detuvo, cuando vio que el niño inclinaba la cabeza y miraba una habitación en particular. Mirando a esos familiares y curiosos iris negros, los labios de Xuan Li Wei se curvaron en una sonrisa fascinante.

La encontró

Todos aquellos alrededor de Xuan Li Wei respiran profundamente después de ver una sonrisa tan impresionante. Ignorando a todos los admiradores de ojos estrellados que lo rodeaban, se dirigió con gracia hacia las escaleras, cada uno de sus pasos parecía una obra de arte.

"¿Quién es exactamente ese hombre? Parece formidable". un hombre no pudo evitar soltar sus pensamientos. La multitud permaneció en silencio, con curiosidad en sus corazones, esperando que alguien respondiera la pregunta que los había estado molestando.

Un anciano de la multitud se aclaró la garganta y, bajo las miradas expectantes de todos, habló: "Él es nuestro Cuarto Príncipe y el general a quien se aclama como Dios de la Guerra. No pronuncie su nombre de manera descuidada a menos que quiera perder sus bonitas cabezas".

Todos fueron golpeados en sus sentidos, gracias a la advertencia del anciano. Pero aún no pudieron olvidar esa sonrisa, que puede hacer palpitar los corazones y cegar los ojos.

"Hermano mayor, ¿a dónde vas?" La voz fuerte y alegre familiar hizo que Xia Lian cambiara sus ojos hacia la fuente. Ella levantó sus cejas en diversión al ver a la joven en rojo. Siempre fue despreocupado y alegre haciendo felices a todos a su alrededor.

Luego cambió sus ojos hacia la persona vestida de blanco, solo para descubrir que ya la estaba mirando. Tenía una leve sonrisa en sus labios mientras la miraba directamente a los ojos, haciendo que Xia Lian se quedara aturdida en secreto en su corazón. La sonrisa de complicidad en sus ojos hizo que su corazón saltara un latido.

La reconoció

Xia Lian no tuvo ninguna reacción mientras lo miraba estúpidamente. Ella no creía que él la reconociera tan fácilmente. Al verla en trance, la sonrisa en sus ojos se hizo más profunda.

Ella estaba enojada con él por todo ese flirteo que cruzaba los límites. Ella debe estar enojada con él, le recordó a su corazón.

Pero en ese instante, al ver esa sonrisa en su rostro y bajo esos ojos que la miraban fijamente, ella olvidó por completo todas sus quejas y le dirigió una sonrisa brillante a la que él respondió con una sonrisa tonta que se parecía a la de un niño que finalmente consiguió su caramelo favorito.