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Hoseok estuvo apenado los siguientes días: me hablaba poco y me miraba poco. A veces pensaba que se sentía culpable por mostrarme un poco de cariño. Mi esposo, aún me parecía extraño llamarlo así, probablemente creía que ser afectuoso conmigo, era una traición a Yoongi.

Entre a la habitación después de haber estado leyendo en la oficina de mama y cuando nuestras miradas se cruzaron, Hoseok parecía enojado.

—¿Por qué no tocas? —dijo frunciendo el entrecejo—, no entres así como así: podría estarme cambiando o haciendo cosas vergonzosas.

—Perdón, pero es importante, creo que es tiempo de que le digamos a nuestros padres del embarazo.

Hoseok se miró el vientre que estaba empezando a abultarse y que ocultaba bajo camisas de tallas más grandes.

—Tienes razón, es sólo que —me miró triste—, me hubiera gustado que Yoongi y yo se lo dijéramos a mis padres, pero...

—No se pueden enterar Hoseok.

—Lo sé, lo sé es que siento que todos mis sueños se han frustrado.

—Por mi culpa.

—Y mía también —dijo y pude relajarme un poco; aunque todavía odiaba cuando mencionaba a Yoongi.

—Organizaré una cena e invitaré a tus padres, a tus hermanos y ahí se lo diremos, también a mi madre. Mañana tienes tu primera consulta, ¿Te acompaño? o vas con Yoongi.

—Iré con Yoongi, pero gracias —suspire cansadamente ante su respuesta y él sonrió de forma plana—. Le diré a mis padres que vengan, tu encárgate de tu madre.

Lo miré, tenía su cabello peinado en ondas, la cara lavada sin maquillaje y aun así se le veía color en sus mejillas y labios rosas, seguramente también suaves. Me pregunte desde cuando había notado lo hermoso que era.

Me miró y me sonrió: —¿Qué pasa?

Negué: —Nada.

Nada, eso era lo que podía ver entre él y yo, nada, no éramos nada más que un papel. Y mis sentimientos cada vez me confundían más. Me encerré en el baño para ducharme y después de unos minutos salí más refrescado. Le mandé un mensaje a mamá diciéndole que no podía faltar a cenar hoy porque tenía que decirle algo importante y respondió con un simple "ok".

Cerré los ojos, pero su sonrisa, la de mi esposo, aparecía en todo momento.

¿Por qué tenía que ser tan bonita?

¿Por qué estos sentimientos empezaban a lastimarme?


Estar conmigo sólo te hace llorar - VHOPE, FINALIZADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora