° Bigarren zatia °

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El no se detenía. 

Comenzaba a acostumbrarse a aquellos encuentros que tenia con su hermano, obviamente no los disfrutaba pero ya no le hacian tanto daño como antes o al menos eso quería creer, aunque por mas que lo quisiera, esos traumas de su cabeza no iban a salir, ella para siempre recordaría cada tacto, cada golpe e incluso cada mala palabra que su hermano le había dicho, en ocasiones ella rogaba por que ese no fuera su hermano, que su hermano en realidad estuviera muerto y el solo fuera algun tipo de copia malvada de el o algo de ese tipo como una película de acción, sin embargo no se trataba de eso, esta era la realidad, la cruel y estúpida realidad que tenia que soportar todos los días.

Esta vez, ella sin querer le soltó una patada a su hermano al momento de que este le colocara una cuerda en el cuello y comenzara a ahorcarla por diversión, su hermano se notaba realmente enojado, tanto que le amarro a la cama, se dirigió hacia un estante, tomo un encendedor, encendió un cigarrillo, dio algunas probadas de este y luego menciono.

- Ahora aprenderás a respetarme, putita. -

Mientras ella rogaba que se detuviera, el comenzaba a quemar con el cigarrillo algunas partes de su cuerpo, en especial su abdomen, lugar que ya había marcado bastantes veces, tanto que en algunas partes se le notaban llagas, era tan doloroso y ella ni siquiera podía gritar al estar siendo callada con un trozo de tela en la boca.

-¿Sigues despierta?- 

Despues de toda esa tortura, su hermano solo le menciono eso para despues salir de la habitacion con solo haberla tapada con una manta vieja, realmente esto siempre pasaba, ella tenia diferentes marcas, todas por diferentes situaciones; la marca cerca de su ojo solo por la vez en el que le levanto la voz, la marca entre sus pechos por la vez que esta se atrevio a negarse, la 

Estaba llorando de nuevo, fui callada de un momento a otro por aquel pañuelo en mi boca que poco a poco me hizo perder el conocimiento de todo lo que pasaba a mi alrededor, de todo lo que le estaba pasando a mi cuerpo.

Si bien, no podía despertar aun del todo, lo poco que pude ver fue a mi padre darme un beso en la frente para luego acariciar mi cabeza, también le entrego unos billetes a mi hermano y salio de la habitación sin mas, mi hermano parecía realmente feliz, de alguna manera me sentía bien por que mi hermano estuviera sintiéndose de tal manera.
Cuando pude despertar por completo, mis manos estaban muy adoloridas, cuando mire al buro en el había algunos billetes con una carta, realmente tenia mucho miedo de lo que pudiera contener esa carta pero aun así la leí:

-Hermana.Te e dejado la parte de dinero que te pertenece, al lado de la cama también hay un pequeño traje de marinera que a los clientes les encantara.Pontelo y no salgas del cuarto que a las 2 pm tendrás un cliente.Suerte!- 
Vaya hipócrita, deseándome suerte en un maldito problema que el mismo me metió.

No podía negarme a ponerme aquel traje, si me negaba seria peor.
Me lo coloque y procedí a mirar que hora era, faltaba una hora para que ese "cliente" llegara, tome el dinero y lo metí en una caja bajo mi cama, aceptaría esto, aceptaría esto y mas! Pero no por ser una puta, ya tenia un plan, solo necesitaba mas dinero.

Cuando el tipo llego, realmente no recuerdo que el sexo con mi hermano ni con mi padre fuera tan perturbador y asqueroso como lo que el me había hecho, sus jadeos asquerosos y su cara llena de sudor y con una expresión asquerosa, casi le vomitaba encima pero no, pude aguantar hasta que termino para luego ir al baño y vomitar.

Esta vez era mas dinero, mi hermano se quedaba con el 80% y yo con el 20% de todo lo que se ganaba.

En la escuela se comenzo a correr el rumor de que yo era una puta, que vendía mi cuerpo a cualquiera solo por algo de dinero, que realmente si alguien de la escuela me lo pedía yo lo haria.
Cuando el director se entero, mando a traer a mis padres ellos aceptaron el sacarme de la escuela para que esta no tuviera problemas con lo que la gente pensaba de su nivel académico.

Estaba cayendo cada vez mas bajo.

Ese día recuerdo haber compuesto una canción en mi piano, la ultima canción que toque en mi vida ¿Por que? por que mis padres vendieron mi piano una vez me habían sacado de la escuela.
Incluso habían pensado en sacarme de la casa pero por mi hermano lo hicieron, realmente no podía estar agradecida ya que el me había metido en esta situación en primer lugar.

El cruel y horrible invierno llego, hacia tanto frió, mi cuarto era uno de los mas helados de la casa.

Aquellos trabajos seguían, ya casi tenia el dinero suficiente para poder completar mi plan, me sentía tan feliz, tan entusiasmada, era el día mas feliz de mi vida, incluso mi ultimo trabajo lo hice bastante alegre!

Ahora tenia el suficiente dinero! Podria irme....

Oh no, era muy tarde. Ya había llegado navidad, mi madre dijo que todos la pasaríamos en casa de los abuelos y que no los hiciera quedar mal con mis estupideces que no quería que mi padre la encerrara otra vez en el sótano.

Acepte, mi plan era mas fácil ahora, bajo mi traje adorable de Santa llevaba mi dinero escondido ademas de un arma, un cuchillo azulado para ser precisos.

Ya era hora.


//Bieeen! Eso es todo por hoy! 
Espero les guste!

Les amodoro!

Hasta la próxima!



° Mi historia, mi infierno. °Donde viven las historias. Descúbrelo ahora