Darkness [vkook] (Omegaverse)

04

Cierto pelirojo caminaba por los largos pasillos del colegio, llegaba tarde a clases y eso poco le importaba, de todas formas nunca hacia nada.

Se detuvo un momento, percibiendo un olor muy familiar.

Su omega.

Al cual solo habia estado observando por seis años, sin que su angel sospechara que el era el zorro rojo con él que jugaba.

El angel llegaba tarde a clases, tenia un examen, y para apresurarse a llegar iba corriendo sumergido en sus pensamientos y memorizando lo que había estado estudiando, por lo que no se dio cuenta de que habia alguien en el pasillo hasta que callo al piso por el fuerte impacto.

—aaagh —gimio de dolor el angel, por haber caído al piso.

El alfa que igualmene habia caido, observo todos los movimientos del bello angel, hasta que se levantaron ambos y una sonrisa se formo en su rostro por tener de cerca a su omega.

El menor despues de levantarse volvió a retomar su camino, sin siquiera dirijirle la mirada al alfa, se disculparía después. Claro si no se le olvidaba.

—tan lindo— susurro él demonio, quedándose aún en él piso, observándolo irse, moviendo sus esbeltas caderas y su flequillo que igual se movía al compás de su carrera.

Despues de correr para llegar a tiempo a clase, se dio cuenta de que su profesor no estaba y que por lo visto no habia ido, todos dentro del aula estaban platicando y algunos arriba de las mesas y escritorio del profesor, rayando la pizarra.

Se sentó al lado de su amigo, él cual percibió un olor en él; alfa lo cual no paso desapercibido por él rubio.

—cuentame —dijo él omega contrario, mientras se acomodaba sobre la silla y así él menor le mirase mejor.

—¿que? —no entendía por que su amigo le observaba así ¿que quiera que le contará?

—el olor que traes... Es de alfa —contesto como lo mas obvio, oliendo a su amigo, y arrugando su nariz.

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El demonio seguia paseando por los pasillos, faltaban pocos días para él cumpleaños de su omega, y los padres de este, le habían invitado; por si ocurría algo él tenia que ayudar y por que tenían que empezar a convivir para llevarse mejor.

Y pensando en que podría darle de regalo, sabia que le gustaban las cosas pequeñas y bonitas, pero no tan costosas. Lo sabia por lo que le contaba él menor cuando se veían. Mejor dicho cuando él menor se veía con él zorro y hablaba en demasía contándole que hizo en él día, que le gusta y que le desagrada

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—¿que?—el chico de mejillas abultadas y lindo rostro, grito cuando él menor le contó que por ir corriendo había tirado a alguien en él camino —¿y como era a quien tiraste? —preguntó curioso nuevamente él omega

—Eeeem... No lo vi bien —contestó rascándose la mejilla, por olvidar a quien tiro y disculparse.

—y yo que quería conocerlo —hablo él rubio haciendo un puchero y seguidamente reir.

—Era pelirrojo

—¡¡¿que?!! —grito sorprendido

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