°Sweater° [Yoonmin]

"No, no lo tengo, hyung"

Después de la reunión del viernes, Jimin simplemente se dedicó a ver películas y series mientras comía palomitas o galletas que él mismo preparaba. No le gustaba estar solo por mucho tiempo, pero quedarse en su cama envuelto en suaves cobertores con el suéter de Yoongi puesto tampoco le molestaba.

Para el lunes, el clima ya estaba un poco más calmado, no llovía pero hacía un poco de fresco, así que con su suéter de lana color azul pastel, el rubio se dirigía hacia la universidad, que no quedaba muy lejos de su casa. Al llegar, Taehyung fue el primero en correr y lanzarse en cima de él, gritando a todo pulmón que tenía algo importante que decirle, para después auto invitarse a la casa de Jimin.

—Buenos días hyungs.— saludó el rubio a Yoongi y Hoseok, quienes se encontraban sacando libros de sus casilleros.

—Hola, pequeño.— le saludó Hoseok, regalándole a él y a Taehyung una hermosa sonrisa donde se marcaban sus hoyuelos. Su amigo de cabellos castaños se sonrojó levemente al ver el gesto de su mayor, y Jimin se dio cuenta de eso.

Hablaron un rato hasta que la campana del inicio de clases sonó. Yoongi y su amigo de cabellos negros se fueron al aula que compartían, mientras que Jimin y Tae se iban cada uno a la suya.

°°°

El día estaba siendo aburrido, y ni qué decir de la clase de matemáticas. Los lunes eran precisamente los días en los que no compartía asignaturas con su mejor amigo, y a pesar de ser alguien carismático, que hablaba con todas las personas de su aula, el quería a ese distraído castaño sentado en la banca junto a él.

Gracias al cielo, la campana sonó nuevamente, anunciando el inicio del descanso. Se apresuró a terminar la ultima ecuación que le faltaba para entregarla al profesor y salir corriendo de su encierro.

—¡Jiminnie!— gritó Seokjin en cuanto lo vio. —Hermoso, ¿ese es el suéter que te regalé?— preguntó, apretando de manera cariñosa los mofletes del menor. Todos sus amigos acaparaban una mesa grande, donde podían entrar perfectamente los seis.

—¡Si!— respondió. —Es uno de mis favoritos, hyung. Está muy suave y me mantiene calentito.— con una sonrisa tomó la mano del de cabellos rosados para posarla en su brazo, que era cubierto por la tela de la prenda.

—Lo se cariño, por eso lo compré para ti.

—Hyung, ¿donde está Yoongi hyung? — para el menor, era raro no ver al pelinegro ahí, siendo que era él quien siempre apartaba la mesa.

—Tenia examen de Química, así que tardará un poco.— respondió Namjoon. El moreno era mayor que todos, estando ya en ultimo año.

Con un puchero, el rubio comenzó a comer, y su frustración se hizo mayor cuando la hora de descanso terminó y Yoongi no se apareció por la cafetería. Él quería ver a su hyung, pero en sus adentros rogaba que no le pidiera el suéter que no pensaba devolverle.

°°°

Por fin las clases terminaron y Jimin buscó a Taehyung en su aula para después ir a su casa. Había comenzado a llover levemente, así que ambos decidieron que esperarían un poco para ver si pasaba. No querían enfermarse, los dos sabían que si cualquiera de ellos llegara a pescar un resfriado se tendría que quedar en casa por varios días y eso sería el martirio para el otro que si tuviera que asistir a clases, a menos claro, que ambos se enfermaran.

Después de quince minutos que se les fueron como agua entre las manos por estar platicando, estaban a punto de salir del campus cuando una voz conocida para ambos llamó al de rubias hebras.

—¡Jimin, espera!— gritó Yoongi mientras corría en dirección a los amigos. La cara del rubio fue de completa felicidad, en todo el día no pudo ver a su hyung y eso lo tuvo un poco triste, pero encontrarse con él a la salida y que este mismo lo estuviera buscando le hacían sentir mariposas en el estómago.

—¡Hyung!— no se resistió, y como era de costumbre, abrazó a Min una vez lo tuvo en frente. —¿Que ocurre?

—Vine a preguntarte por mi suéter.— habló, y Jimin estaba seguro de que se pondría a llorar porque no quería devolver la prenda. —¿No ha quedado en tu casa?

Cuando la pregunta fue hecha, el menor suspiró llevándose una mano al pecho y sonrió tiernamente.

—No, no lo tengo hyung.— fue su respuesta y tras despedirse de Yoongi, tomó la mano de su amigo para ir directo a su casa.