°Sweater° [Yoonmin]

"Suéter"

La vida da giros inesperados todo el tiempo. El día de hoy podríamos tener planeada una salida al parque, pero una tormenta terminaría por arruinar lo que pensábamos hacer. Por la mañana podríamos desear un café para comenzar el día, pero puede resultar que la cafetera está averiada y solo hay leche sabor fresa en el refrigerador.

Hay muchas posibilidades para todo lo que hacemos, y sin embargo, nadie sabe lo que va a ocurrir. Eso es lo más intrigante, y al mismo tiempo, lo más emocionante.

Para Yoongi y Jimin, las cosas no fueron fáciles. Cuando su relación se hizo pública muchas personas no estuvieron de acuerdo con eso, sobre todo aquellos quienes creían tener la oportunidad de entablar una relación más allá de la amistosa con cualquiera de los dos, sin saber que ellos se pertenecían desde antes que ellos mismos lo supieran.

Para los padres del menor, fue un poco complicado al principio. Si bien en algún momento se hicieron la idea de las preferencias sexuales de Jimin, el hecho de ver por primera vez como su hijo llevaba a otro chico a casa para presentarlo como su novio, fue impactante. Pero después de todo, era su hijo, el único, y no podían darle la espalda en algo que para él era importante. En cuanto a Yoongi...bueno, él no tuvo problemas con su familia, todos los Min terminaron amando al pequeño rubio sin ninguna queja de por medio.

Finalmente, y después de varios años, juntos habían logrado comprar un departamento en el centro de la ciudad. Los muebles fueron un regalo de los padres del mayor, y algunos más por parte de los Park. Los utensilios de cocina y electrodomésticos habían sido comprados e instalados antes de que se mudarán completamente, y para los arreglos de pintura y decoraciones habían estado sus amigos ayudando.

—¡Hyung! ¡Esta es la última caja! —gritó Jungkook desde el living, dejando el pesado objeto en el suelo. Momentos después Yoongi apareció con una botella de agua para su hermano y unos cuantos billetes que le entregó.

—¿Y esto para qué es? —preguntó el menor. —¿Necesitas que vaya por algo a la tienda?

—Es por habernos ayudado hoy, Kookie. —respondió Jimin, parándose al lado de su ahora prometido.

—No puedo aceptarlo, Jimin hyung. —les dijo y extendió el dinero para que alguno de los mayores lo tomara.

—Sabemos que hay una consola que quieres comprarte. —aportó Yoongi. —No es mucho, pero viene de nuestro honesto trabajo, así que acéptalo.

El pequeño –no tan pequeño– Min, sonrió y abrazó a la pareja al mismo tiempo. Aún con su rostro cansado, salió del departamento despidiéndose efusivamente prometiendo que otro día les visitaría.

—Ahora es nuestro trabajo. —suspiró Jimin, al ver las pilas de cajas con sus pertenencias dentro.

—No quieres...no sé, ¿ver primero qué tan resistente es la cama? —preguntó el pelinegro, abrazando al rubio por la espalda.

—Eres imposible. —contestó. —Ayudame primero a ordenar todo. —ordenó y se dispuso a llevar cosas hasta la habitación.

Entrada la noche, mientras Yoongi terminaba de sacar la ropa de algunas maletas y Jimin preparaba la cena, el mayor encontró algo que llamó su atención. Ahí, doblado perfectamente entre algunas camisas de su rubio, estaba aquel suéter que había dado por perdido desde hacía varios años. Lo tomó entre sus manos y lo alzó, logró ver que del lado izquierdo, justo a la altura del corazón, había dos letras bordadas sobre una fecha. No pudo hacer más que sonreír.

¿Qué hubiera pasado si aquella vez no le hubiese prestado su suéter a Jimin? Nadie lo sabría, porque sí lo hizo. Y si velar por la seguridad y el bienestar de su futuro esposo le iba a dar más felicidad de la que tenía hasta ese momento, lo haría sin pensarlo dos veces.

Porque a pesar de que no todo fuera color de rosas, ellos sabían que había algo mucho más fuerte que los tenía unidos.

¿Peleas? Claro

¿Discusiones? Algunas

¿Lágrimas? Las suficientes

Pero lo más importante era que ellos se amaban, y nadie iba a cambiar eso.

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Fin

JNA