TIN x CAN love by chance (una oportunidad mas)

DOLOR

PETE

— eA— trato de despertar al moreno en mi cama— eA es hora de irnos— lo muevo un poco y abre sus ojos.

— Pete— habla mirándome entre dormido, sonrió y el me lleva hacia el— ¿Por qué sonríes?— pregunta.

— Nunca te había visto al despertar, siempre lo haces antes que yo— respondo acomodándome a su lado.

— Estoy muy cansado, creo que me exigí de más en el juego de ayer— dice soltándome para ponerse de pie.

— Err...¿no tienes mucho que hacer hoy en la escuela? Deberías descansar, yo solo tengo una clase en la mañana, puedo ir y volver — el me mira y sonríe.

— Yo tengo práctica con el equipo — responde.

— Oh— bajo la mirada.

— Estoy bien solo es cansancio, descansare por la tarde— dice tocando mis mejillas.

— Está bien— respondo— es hora de irnos— le recuerdo y sale de la cama.

Camino distraído por la escuela, me adentro en el baño para lavar mi rostro, miro hacia uno de los cubículos donde escucho murmullos de alguien al quejarse por algo, ignoro lo que sea que pase y continuo con lo que hago, al terminar de lavar mi rostro tomo una toalla de papel y me limpio, alguien sale del cubículo y se detiene a mi lado, no me doy cuenta quien es hasta que termino de secar mi rostro.

— Tin— hablo mirando al chico a mi lado.

— ¿tengo algo en el rostro que me miras así?— pregunta con el ceño fruncido.

— Err.... No es eso Tin— hablo desviando la mirada— ¿estás bien?— pregunto sin verlo.

— ¿Por qué no lo estaría?— responde lavando sus manos.

— P...pues—

— Si no vas a hablar me voy— dice tomando su maleta.

— Can no está bien— digo cuando pasa por mi lado, detiene su andar y queda estático— el de verdad quiere hablar contigo— me arriesgo a intervenir entre ellos.

— ¿Está herido o algo?— pregunta girando a verme.

— No...—

— Entonces está bien, él lo decidió así— dice y camina hacia la puerta.

— Deberías pensar bien las cosas o terminaras más lastimado de lo que ya estas— hablo sin pensar, Tin se detiene un segundo y sale muy rápido.

Tin

No puedes caer, el hizo lo mismo que todos, solo te utilizo y nada más, no te quiere ni lo hará jamás como tú quieres, nunca puedes volver a confiar en nadie, nunca puedes volver abrir tu corazón a nadie, todos solo buscan su propio beneficio y si eres débil no dudaran en subir sobre ti y lastimarte hasta que ya no tengas más fuerzas, no permitiré que vuelvas a entrar en mi vida Can, camino lo más rápido que puedo alejándome de todos y de todo, no quiero saber nada de nadie, mi celular inicia a sonar en cuanto subo a mi auto.

— ¿Qué quieres?— contesto de malas.

— ¿esa es la forma de contestarle a tu hermano mayor?— responde con otra pregunta.

— No estoy de humor para tus estupideces Tul— hablo.

— Nuestros padres quieren cenar con nosotros así que apresúrate y compórtate— dice y cuelga, doy un golpe al volante antes de dejar caer mi cabeza contra él— ¿Por qué no puedo tener a alguien que me comprenda?— me pregunto a mí mismo levantando la cabeza para encontrarme con Can frente a mi auto mirándome, se que es muy poca la visibilidad que tiene pero puedo sentir su mirada conectada con la mía, mi celular suena al recibir un mensaje.

"aunque no me quieras como tu amigo ten en cuenta que siempre estaré allí para ti"

Termino de leer el mensaje y enciendo el auto lo más rápido que puedo para poder salir de allí, no quiero que me engañes otra vez, no lo permitiré, si no estás junto a mi como quiero para que tenerte solo para sufrir más, conduzco rápidamente hasta llegar a casa, al bajar me encuentro con P'Tul y su esposa esperando en la entrada, les doy una mirada y sigo de largo, entro a mi habitación y me arreglo en seguida, al bajar ya están todos en la mesa.

— ¿Por qué tardas tanto?— pregunta mi padre al verme.

— Ya estoy aquí— contesto sentándome.

— Pa' deberías tratarlo mejor — dice P'Tul con su falsa hermandad.

— ¿es mejor que cenemos quiero retirarme lo antes posible— me abstengo de decir algo inapropiado ya que mi sobrino está presente.

— Quiero que te vayas a américa— dice mi padre de repente, dejo los palillos en la mesa y lo miro— terminar tus estudios allá y hacer una buena especialización— dice comiendo.

— No me iré ya te lo había dicho— respondo, el deja sus cubiertos en la mesa dando un golpe.

— Es lo mejor para ti— alega.

— ¿para mí o para ustedes?— pregunto poniéndome de pie— ya te lo dije varias veces, no me iré— dejo la servilleta en la mesa y me retiro dejándolos a todos en su lugar— otra vez tratas de desacerté de mi— cierro la puerta dejándome caer deslizándome en ella.