Alejarnos

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La habitación de Meryl estaba invadida por un silencio total. Pierce caminaba de acá para allá por todo el lugar, mientras ella lo onservaba esperando a que le dijera algo.
Pierce estaba tan sorprendido que no sabia que decir.

-¿Es mío?- preguntó de repente.

-¿Te acabo de decir que estoy embarazada y lo único que se te ocurre preguntar es si es tuyo?

Ella no podia creerlo, no era cierto. Todo lo que necesitaba era que la apoye en este momento.

-Que se yo, Mary... No sé que decir, me toma por sorpresa.

–Lo unico que hago es acostarme con vos y crees que puede  ser de Don... Sos increíble.

-Bueno... es que no se... ¿que querés que te diga?

-¿No te das cuenta? Con vos es siempre lo mismo.. - le dijo desilusionada.
Es que su relación con Pierce era una de cal y otra de arena constantemente. Discutían y se amaban con la misma intensidad.
La ilusión de ser madre que tenia Meryl, de un hijo o hija de Pierce se había borrado.
De repente, lágrimas empezaron a correr por sus mejillas en un llanto silencioso. Pierce sintió que se le partia el alma al verla asi, parecia tan desprotegida de todo.
-Disculpame- le dijo el abrazándola y basando su cabeza- discúlpame, por favor.. soy un tonto... Me hace mucha ilusión tener un hijo con vos.

-No pasa nada- dijo ella enterrando su cabeza en el pecho de Pierce y aferrandose a sus brazos -¿que haremos?

-No lo se, mi amor, lo importante es que este bebé- dijo Pierce apoyando su mano en el vientre de Meryl –crezca sano y feliz y que nosotros también lo seamos. ¿Si?- dijo esperando que Meryl dijera algo.

-Por eso te amo- dijo ella, Pierce la miro como si no hubiera entendido –si, por eso te amo. Porque sabes como tranquilizarme, como hacerme  sentir mejor ante cualquier caos. Te amo Pierce- dijo ella besándolo con pasión, un beso al que Pierce respondió encantado y así, hicieron el amor de la manera mas dulce y suave, intentando dejar el miedo que sentían de lado y demostrando cada uno su amor nuevamente.

Al día siguiente Pierce despertó temprano, como solía hacerlo siempre y vio a su lado a Meryl que dormía serenamente, pensaba en todo lo que pasaría con el bebe y se le llenaron los ojos de lagrimas al imaginar que no lo iba a poder ver y que Meryl le diría a Don que era de él.

Acariciaba la cara de ella y luego su vientre que estaba solamente cubierto por las sabanas. Meryl comenzó a despertar y lo vio concentrado acariciándola, no quería interrumpirlo, le daba mucha ternura, lo veía tranquilamente hasta que el se dio vuelta y la vio despierta, inmediatamente saco la mano del vientre de ella.

-Buenos días hermoso- dijo Meryl sentándose y dándole un beso.

-Buenos días- dijo Pierce fregándose los ojos que estaban llenos de lagrimas.

-¿Que pasa?- pregunto Meryl preocupada.

-Nada, nada, está todo bien.

-¿Seguro?- Pierce asintió y Meryl no quiso preguntar más, pero sabía que algo le pasaba.

El se cambió para ir a desayunar e invitó a Meryl ¿quieres venir a desayunar conmigo hermosa?- propuso.

-No Pierce, no tengo ganas. Luego como algo antes de filmar- dijo Meryl.

-Vamos Meryl, por favor, si no estaré solo, aparte... ahora tendrás que alimentarte por dos- le dijo haciendo un guiño.

-Bueno, esta bien. Me cambio y vamos- dijo Meryl sonriendo.  

Estaban los dos desayunando y Meryl recibió un llamado...
-¡Don!- dijo con una sonrisa y parándose para ir a hablar a otro lado –si, lo se, es que cuando atendí habías cortado y después no pude llamarte- Meryl decía con una sonrisa y escuchaba lo que le decía Don.
Pierce la miraba y cada vez se irritaba mas –esta bien, si, yo también. Adiós- Meryl se despidió y regresó a la mesa, Pierce miraba hacia otro lado.
–Me voy- le dijo fríamente –nos vemos en el set.

Meryl & Pierce: Más que amantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora