Es duro ir por el sendero estrecho, pero ese es el camino que quiero recorrer, siendo llevada en tus brazos y, si es necesario, escondida dentro de tus llagas mi Señor.
Quiero anhelar lo que tú quieres y dejarme envolver en tu santo amor para así revestirme de ti y dejar atrás mis pecados.
Aún soy muy inmadura, y el camino se extiende más allá de lo que mis miserables razonamientos humanos podrían entender.
Pero en esta mi ignorancia, quiero que tú Jesús seas mi maestro y me corrijas con aquella inmensurable misericordia que solo tu posees y nos regalas.
Me doy cuenta que soy como aquel puñado de barro que hace muy poco has tomado en tus manos, y después de tratarlo con delicadeza recién estás haciendo presión para ir moldeando esta pobre alma.
A veces parce que el barro se desliza de entre tus manos, pero tú lo sostienes con firmeza y con mucha paciencia sigues moldeando. No sé con qué velocidad, pero sé que tú eres el gran alfarero, creador de este mundo y tus tiempos son perfectos.
Sigo siendo una bolita de masa entre tus manos, pero confío en tu misericordia y amor y sé que por tu poder, al final lograrás un bellísimo producto final, a imagen y semejanza tuya perfecta, para que te acompañe eternamente, junto con muchas otras almas que se dejaron moldear por ti.
Amar puede ser duro, pero tú me has amado primero y yo quiero vivir para ti, aún cuando no hay mérito alguno en mí y todo lo agradable ante tus ojos tú me lo has dado y es tuyo.
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DEJARSE AMAR [ 让自己被爱 ]
Literatura faktuIba cargando mi alma destrozada y sangrante, que no se dejaba cargar, y yo no sabía dónde ponerla. 🍃San Agustín (Confesiones IV,7)