Bajo del autobús corriendo, Cristhian me las va a pagar. Hoy no fue a trabajar y me tocó quedarme hasta más tarde, ahora voy atrasada a la universidad, de seguro ya tengo falta en la primera hora.
Corro por el campus para llegar a mi aula, pero algo o mejor dicho alguien me lo impide interponiéndose en mi camino, choco contra él y caigo sentada en el piso.
- Ten cuidado amigo- dice mirándome aquel desconocido.
Bajo mi capucha dejando al descubierto mi rostro.
- Mira por dónde vas, idiota- le grito mientras me levanto para seguir con mi maratón, el me mira sorprendido, pensaba que era un chico, de seguro es por la ropa que llevo puesta y con la capucha no me vió la cara.
Entro al salón y la máster de literatura me mira con desaprobación.
- Buenas noches, llega tarde señorita Jones.
No hace falta que me lo recuerde.
- Tuve un inconveniente en el trabajo- me excuso.
- Tome asiento, le pondré la asistencia sólo en la segunda hora.
Ruedo los ojos y voy a mi puesto habitual.
- Pensé que no vendrías- dijo Samantha, yo no soy muy sociable pero admito que Sam me cae bien.
- Lo mismo pensé yo- le respondo y ella ríe.
Las clases transcurren con normalidad, hasta las dos últimas horas.
Una bolita de papel me golpea en la cabeza y cae, me agacho para recogerla y la abro Rara está escrito en el papel, volteo a ver y observo la sonrisa socarrona de Andrew.
- Hey tú, el que no tiene neuronas en la cabeza, dímelo en la cara- le grito a Andrew.
- Jones siéntese- me dice nuestro querido profesor de matemáticas, nótese el sarcasmo, aún no entiendo por qué dan matemáticas en esta carrera, se supone que es LITERATURA, debemos ver letras, no es que se me den mal los números pero simplemente no le encuentro sentido.
- No hasta que me lo diga en la cara- respondo con un tono más alto de lo que esperaba.
- Si no va a obedecer mis órdenes, salga del salón.
Mi cara cambia totalmente de expresión, pero no soy de las personas que le gusta rogar, así que cojo mi mochila y me pongo mis audífonos, me dispongo a salir no sin antes lanzarle una mirada asesina a Andrew, y él no puede contener la risa.
- Usted también salga- le dice.
Y ahora yo soy la que se ríe.
- Ya estarás contenta- me dice Andrew cuando estamos afuera.
Yo simplemente lo miro con desprecio, ignorándolo le doy la espalda y comienzo a caminar hacia la parte de atrás de los cursos.
Me gusta sentarme aquí, a la luz de la luna, donde hay silencio, y nadie me molesta. Aprovecho esta tranquilidad para leer y olvidarme de las personas de mí alrededor.
Aún es muy temprano para ir a casa y mamá hoy está de guardia en el hospital, y mi papá, bueno pues mis padres son separados, así que no sé nada de él desde que se fue.
Me concentro leyendo en mi teléfono, en una aplicación llamada wattpad. Mi estómago suena, me ha dado hambre, veo la hora y me doy cuenta que es muy tarde.
Salgo de la universidad apurada y veo que el último bus pasa frente a mí.
Maldición.
Un auto se estaciona frente a mí. Me asusto, no hay ni un alma en pena por aquí. Este es mi fin, de seguro me van a robar, a secuestrar o a matar. No he hecho nada interesante en mi vida, ni siquiera he planeado la venganza para Andrew.
El auto apaga las luces.
Adiós, mundo cruel.
...
N/A: Saludos a mis queridos lectores, les prometo que la novela se pondrá más interesante. Si les gusta denle estrellita.No a los lectores fantasmas.
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Sobre Ruedas
RomanceAlex es una chica diferente a las demás, conoce a un grupo de chicos que harán de su vida mucho más interesante. Se sumergirá en un mundo de carreras de autos, donde ella quiere ser la mejor de todos, pero tendrá situaciones y personas que se lo imp...