Capítulo 2: Tensiones

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Un chico saca la cabeza del auto, me parece conocido, trato de recordarlo.

- ¿Te llevo?- lo miro entrecerrando los ojos, y es ahí donde lo recuerdo, es el tipo que interrumpió mi carrera para llegar al salón.

- Ni loca me voy contigo, no subiré al auto de un desconocido- replico, cruzando los brazos.

- El bus que se acabó de ir, era el último. ¿Qué piensas hacer, irte en taxi?- pregunta con cierta malicia en su cara- De todas maneras te irás con un desconocido.

Tiene razón, pero no accederé. Cruzo la calle mientras el enciende el auto y gira en u, avanzando lentamente junto a mí.

- Deja de seguirme- hablo enojada.

- Es peligroso que una chica ande caminando sola, a altas horas de la noche- dice con una sonrisa inocente.

Estoy a punto de replicar, pero siento una gota sobre mi hombro, luego dos, tres, cuatro...

Genial, lo que me faltaba.

Esto no puede ser más cliché. Miro a..., pensándolo bien, ni siquiera sé cómo se llama. Y el solo encoje los hombros, la lluvia ya me empapó totalmente, la noche está fría, y no pasa ni un maldito taxi... El mundo no puede estar a más favor mío.

- ¿Ahora si te llevo?- subo al auto a regañadientes y empiezo a toser, el me mira con cara de preocupación, no entiendo si recién lo conozco, como es que le importo tanto a este tipo.- Me llamo Allan Cooper.

-Alexandra Jones- respondo con una sonrisa, no sé por qué, pero este tipo me inspira confianza.

Un fuerte rugido me hace saltar del asiento, volteo hacia la derecha y veo a un chico castaño con ojos café oscuro, su mirada trata de atravesar mi ser, y yo trato de no dejarme intimidar.

- ¿Una carrera?- pregunta este desconocido, mirando a Allan.

Allan me mira, como si me estuviera esperando mi respuesta.

- O la nena, tiene miedo- esta vez me habla a mí.

No sabes con quien te has metido

Con un asentamiento de cabeza le confirmo a Allan, que por mí no hay problema. Paramos en un semáforo.

- Cinco cuadras, la meta es el starbucks de la esquina- el desconocido solo asiente, y se concentra en el semáforo, todos esperando a que cambie a verde. Y lo hace.

Ambos autos arrancan a toda velocidad, es imposible no sentir la adrenalina en mi cuerpo, es la primera vez que estoy en una carrera, y admito que lo estoy disfrutando. Allan y yo somos los primeros en llegar al starbucks y segundos después llega el otro auto.

Observo como él, mira intensamente a Allan, al mismo tiempo ambos sacan una pistola, más que asustada estoy sorprendida. La tensión que existe entre ambos se puede cortar con un cuchillo.

Achis. Un estornudo de mi parte interrumpe aquella tensión, ambos me miran. Allan suspira.

- Aprende a perder- le dice Allan con una mirada despreciable.

- Al igual que tú contra Ethan- responde, y se va.

Achis, otro estornudo, creo que me voy a enfermar. El repara en mi presencia, y arranca sin decir palabra, no me pregunta ni siquiera a donde vivo.

Me comienzo a asustar, pero no lo demuestro, un arma, porque carga un arma. Sumida en mis pensamientos, siento que el auto se detiene.

Miro a través de la ventana y observo una casa realmente grande. ¿Qué hacemos aquí?.

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