Capítulo 3: La familia Cooper

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Bajamos del auto y entramos a la casa, yo sigo estornudando, una señora muy bien vestida nos recibe.

- Allan, llegaste temprano- dice la señora con una sonrisa sincera- ¿Quién es tu amiga?

- Buenas noches, mi nombre es Alexandra, pero me puede decir Alex- estornudo.

- ¿Pero qué te ha pasado, cariño?. Estas toda mojada- ella mira a Allan con reprobación- Préstale ropa seca y llévala a la habitación de huéspedes.

- Sígueme- me dice con una sonrisa amigable- Ella es mi mamá- me informa.

Subimos por las escaleras, luego giramos a la derecha y caminamos por un pasillo largo con muchas puertas a los lados. Entramos en una de las tantas puertas, es una habitación grande con una cama a un lado, un pequeño ropero y las paredes pintadas de color mostaza.

- En frente queda el baño- dice mientras me pasa una toalla que sacó de uno de los cajones del ropero- Puedes cambiarte aquí, voy por ropa seca.

El sale de la habitación, yo cojo la toalla y cruzo al baño. Después de una refrescante ducha, regreso al cuarto y observo una camiseta y una pantaloneta sobre la cama. Me las pongo y salgo, recuerdo donde queda la sala y llego sin ningún problema. Ahí, se encuentra un hombre con saco y corbata, tan solo verlo demuestra autoridad.

- Bu_buenas noches- tartamudeo ante su presencia.

Aquel señor me examina de pies a cabeza, sonríe, como signo de aprobación.

- Buenas noches- responde, su voz también acompaña a su autoritarismo.

- Es una amiga de Allan- explica la señora Cooper.

- Me llamo Alexandra, diminutivo Alex- me presento tratando de parecer tranquila y graciosa, pero este señor me intimida.

El suelta una carcajada sincera y esto alivia un poco la presión que siento dentro.

Allan aparece detrás mío- Veo que ya conociste a mi padre- dice sonriendo- a comenzado a llover más duro y si no me equivoco tu casa está muy lejos de aquí- es cierto- así que, es mejor que te  quedes a dormir.

Miro al señor y a la señora Cooper esperando una negativa por parte de ellos, o al menos un pequeño signo de desagrado, pero no hay nada.

- Puedes dormir en el cuarto donde te cambiaste- dice la señora Cooper con un atisbo de ilusión en su rostro. Como decir que no a eso.

Lo pienso un poco, estas personas no han hecho más que portarse muy bien conmigo. Pero aún así, admito que me da un poco de miedo, ¿qué hacía Allan con un arma?. A pesar de esta interrogante, ellos me inspiran confianza, y de cierta manera me siento familiarizada.

Dentro de la habitación que me han asignado para dormir, llamo a mi madre. Al segundo tono responde.

- Hola mamá se me hizo tarde y no alcancé el último bus así que estoy en la casa de Sam y me quedaré a dormir aquí- hablo lo más rápido que puedo, en cierta parte es verdad, no alcancé el último bus, pero mi madre tiene la culpa por vivir fuera de la ciudad.

- Bien, a ver si así empiezas a socializar, solo ten cuidado- y cuelga, esta no es la respuesta que estaba esperando.

Me acuesto en la cama y enseguida caigo en los brazos de Morfeo.





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