✴DOCTORA HARUNO✴(Mada-Saku)

3. Rompiendo Las Reglas

--Sakura. Madara me levanto el vestido y agarró mis nalgas con fuerza , su toque me vuelve loca el ascensor indica la llegada a nuestro destino, él solo me levanta sin interrumpir nuestros besos apasionados, entra a la suite acostandome en la cama...

De repente frunce el ceño y no entiendo muy bien el porque, sólo opta por volverme a levantar y llevarme al sofá de la sala, es la primera vez que voy a follar en un sillón...

--Madara. ¡No te follare en el mismo lugar donde otros te han follado!

Sakura sonrió ante ese comentario, tiene razón el sofá permanece aún Virgen nunca he follado con ninguno allí, él continúa besándome con locura por el cuello yo sólo entierro mis dedos en su larga cabellera azabache y lo jalo con fuerza.

Me gusta tener le control, en un giro rápido hago que ambos caigamos a la alfombra y terminó encima de él...

--¡Disfrútalo papacito!

Le susurro con perversión mientras empiezo a besarlo por el cuello, con las manos rompo su camisa él gruñe por mi acto, no me importa lo sigo besando y lamiendo su piel él parece olvidar lo sucedió rápidamente, ya que me ayuda a quitarsela con desespero.

Esos condenados músculos, oh Dios es perfecto de pies a cabeza, Madara sonríe sabe exactamente que estoy disfrutando de la vista, continuó con mis desenfrenados besos el gruñe apretando mis piernas, pero no veo la hora en bajar me muero por ver su dotación para la batalla que se va a librar aquí.

Así que rápidamente suelto su cinturón y desabrocho sacando el maldito pantalón de un solo tirón, el boxer también y su gran longitud hace aparición frente a mis ojos.

"Joder" valla que su arsenal es impactante apenas el indicado para mi, sin pensarlo lo tomo con ambas manos y lo lamo de abajo hacia arriba, saboreo y succióno su glande, lo trago hasta lo más profundo de mi garganta su polla me trastorna...

Él está perdido en el placer que le hago sentir sólo gruñe y maldice bajo, enreda sus dedos en mi peluca y empuja más su polla en mi boca, una a otra succionada y siento como su cabeza está a punto de estallar, pero me detiene...

--Madara. No me quiero correr aún.

Se sienta y me empuja hacia atrás jala mi escote y rompe mi vestido como venganza, mientras sonríe maliciosamente mis pechos queda libres, los aprieta fuerte, los lame, los chupa y los succióna con fervor, los atiende a ambos por igual mis gritos no se hacen esperar...

Este hombre me hace sentir diferente a todos los demás, desciende por mi vientre hasta llegar a mi intimidad, retira mi hilo negro de encaje con sus dientes de una manera sensual y empieza a subir con sus besos calientes por toda mi pierna derecha, hasta llegar a mi centro...

Su aliento hace estremecer mi vagina, empieza a besar poco a poco después a lamer lentamente, vaya que me está torturando y sólo puedo jadear del placer, porque he perdido la cordura entre mi conciencia y la razón...