Introducion

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-Amelia. Entra dentro o vas a coger un resfriado.- Dijo mi abuela con voz ronca.

-Ya voy abuela.- Dije entrando en la casa.

-Abuela, un amigo viene cada noche y me pide que juguemos.- Al girarme unos ojos rojos brillaban desde lo alto de un árbol.

-Amelia cierra la puerta. Este colgante es para ti, no te lo quites nunca.- Dijo mi abuela llevándome a sus brazos una vez cerré la puerta.

-¿Por qué no puedo quitármelo?-

Mi abuela me ofreció una taza de chocolate caliente y sin titubear me abrazó.

-Siempre que sientas que alguien o algo te observa no te pongas nerviosa. Llevarás este collar para evitar que las cosas malas se acerquen a ti. ¡Y ahora a dormir! - Me dió una palmadita en la espalda y me fui a la cama.

Yo solo tenía 8 años.

Atada al destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora