Apresuradamente Introdujo la llave en la cerradura de la puerta de doble chapa de acero y con un doble giro de la misma aseguró la entrada frontal de la casa. Había vuelto de la recolección de cada dia, asi era como Mark le llamaba, le había otorgado ese nombre a una actividad que llevaba a cabo desde hace años, poco después del fin de la guerra, cuando el silencio y la niebla se apoderaron del mundo. En ese entonces cuando pensaba que era el único sobreviviente en medio del infierno, se vio con la necesidad de entreabrir la puerta para así temerosamente husmear hacia el catastrófico exterior con el objetivo de muy de apoco comenzar a ir mas allá, a pesar del terror que esto le causaba. Lograr sobrevivir dia a dia se fue convirtiendo en su único objetivo, con lo que pudiera encontrar allá afuera, o con lo que pudiera llenar el vacío que se había alojado en su ser. LLegó exhausto despues de mas de seis horas de recorrer sitios cada vez más lejanos de su hogar, luego de estar dentro y sentirse lo mas seguro posible, se quitó la mochila lenta y pausadamente debido al cansancio que lo invadía, coloco esta en el suelo para luego tenderse sobre el viejo y enorme sofá que se encontraba situado a un lado de la rústica cama de roble. Tomó una botella de agua de la mesa de luz y comenzó a beber como nunca antes, el agua que había llevado consigo a la recolección se le había acabado ya que la deshidratación era algo inevitable en el exterior, al terminar de beber solo restaba un poco menos de la mitad de la descartable botella de plástico. A pesar de que Mark siempre se ocupaba de estar abastecido de este líquido al que le debía la vida, últimamente se le estaba convirtiendo en un verdadero problema el lograr conseguirlo. En un mundo muerto donde en los alrededores los ríos eran fuentes contaminantes, era inevitable morir por deshidratación tarde o temprano, pero a pesar de todo, esto no sucedía, siempre y cuando pudiera adquirir el agua a su debido tiempo.
Cada unos cuarenta días aproximadamente entraba en acción un gigantesco camión cisterna bajo la insignia de "Código Rojo" custodiado por cuatro vehículos JLTV completamente blindados, los cuales llevaban a bordo significativas escoltas de sujetos armados con ametralladoras G36 y protegidos por una pesada e imponente coraza. El camión se aparcaba a unos tres kilómetros del pueblo de Mark. Estando allí se suministraba a cada persona un galón de agua de veinte litros, esta medida no excluía a ningún ser humano que se acercara al camión, siempre y cuando presentará la comprovante tarjeta roja y llegará en el periodo de una hora, ese era todo el plazo de tiempo para que los marginados sobrevivientes pudieran hacerse del agua, cuando dicha hora se consumara el camión cisterna custodiado por los cuatro vehículos se marcharía y hasta unos cuarenta días no habría ningún acceso al agua.
El Código Rojo era una corporación fundada con el propósito de llevar a cabo todas las medidas, decisiones y acciones bélicas que se pondrían en práctica en la guerra contra los Invasores. Este organismo estaba conformado por todas aquellas personas de diferentes naciones que poseían cargos fundamentales y trascendentales dentro de su país, como políticos, militares, biólogos, científicos, empresarios de alto rango, entre otros, constituyendo una improvisada y enigmática sociedad administrativa que tomaría el mando de las futuras determinaciones mundiales. La existencia de este organismo encubierto se preservaria secreta a la población mundial. A raíz de los arribos de un "enemigo" desconocido al planeta tierra, el ser humano se vio con la necesidad de establecer una reducida sociedad de dicho carácter. Se le dio origen de manera apresurada en medio de la confrontación, por lo que se la creo muy vertiginosamente. Se le denominó Código Rojo en nombre de su idealista y fundador Joffrey Rojo, un dignatario magnate, el cual era el propietario de diferentes industrias armamentísticas a lo largo del mundo, siendo una de las personas con mas poder económico que pudiera haber existido jamás. El Código Rojo no solo estaba aprobado por los gobiernos de las Naciones Unidas si no que además parecía ser una garantía de protección y seguridad para estas, llevándolas a depositar su esperanza y fidelidad a esta supremacía burocrática, cooperando a esta de diversas formas, una de ellas era conservar la corporación en secreto, que mediante ningún modo se vuelva de orden público y llegará al conocimiento de la población mundial. Lo que menos se pretendía en ese confuso y tenso momento era que la sociedad se intranquilizara y alterara aún mas. Por otra parte, la pieza más primordial y significativa, fue una alianza militar entre los gobiernos que conformaban las Naciones Unidas con la potente burocracia billonaria que arrastraba Joffrey Rojo. El belicismo estaba decididamente aprobado sin ningún tipo de prejuicio y tanto Las Naciones Unidas como el Código creían que sería tan inevitable como eficiente, convirtiéndose este en el cimiento mas vigoroso y trascendental del Código Rojo.
ESTÁS LEYENDO
The Jubs
Science Fiction"The Jubs". El mundo como antes se conocía se ha vuelto un planeta catastrófico y repleto de hostilidad luego de la llegada de seres de otro planeta. Lo que resta del planeta está bajo el poder de un nuevo régimen. Mark es un simple sobreviviente d...