Los xv años de Miguel Rivera

Especial navideño

Lo malo de planear una fiesta a finales de año es que se atraviesan demasiadas festividades, en este caso Miguel había perdido casi todo el mes de diciembre, empezando por el Día 12, la familia de Leo decidió que era buena idea irse a la basílica de Guadalupe, así que esa semana fue casi perdida.

Leo ya estaba de regreso en Santa Cecilia, pero ahora se habían atravesado las posadas, y en esta ocasión la familia Rivera se ofreció como anfitriona para una posada.

Claro que ningún integrante tenia ni puta idea de que hacer, la regla que había permanecido por generaciones en su familia era que nada de musica, y eso implicaba villancicos navideños, por lo cual nunca antes habían ido a una posada y mucho menos tenían idea de como organizar una.

Por otro lado Miguel estaba emocionado, seria la primera posada que se organizaría en su casa, y su abuela había invitado a todo el pueblo, lo cual significaba que Hiro estaría ahí.  Se imaginaba tomando ponche a su lado y comiendo de los tamales que su abuela había preparado, tomaría su mano excusando que hacia mucho frío, después de eso se harían novios, luego se casarían y vivirían felices con Dante y Mochi.

Joder que gran historia.

-Miguel, vete aquí al mercado a comprar unas noche buenas, y por ahí le avisas a la señorita Cass que voy a requerir de una gran cantidad de café para el día 16 y que si gusta venir a la posada esta invitada con mucho gusto.

-Si abuela,pero ¿para que el café? No se supone que vamos a dar ponche

-Si, pero hay a quien no le gusta el ponche, no preguntes y veto por lo que te pedi

Miguel salio corriendo por el encargo que le había hecho su abuela, terminando de comprar las noche buenas fue a la tiendita de la esquina a comprarse un dulce de menta (bueno, uno no puede llegar con la boca oliendo a enchiladas recién comidas con su futura suegra)

Llego a la cafetería donde fue recibido por Tadashi

-Hola Miguel, que sorpresa que vienes por aquí

-Hola, oye ¿De casualidad no esta tía Cass?

-Salio hace un momento, pero deja le hablo a Hiro para que te atienda

-No,no es necesario

Demasiado tarde, cuando se dio cuenta Tadashi ya estaba gritando el nombre de su hermano, el vivir en México le había pegado ciertos hábitos.

Miguel observo con detenimiento como Hiro bajaba las escaleras, se escuchaba cansado y molesto, al parecer su hermano lo había despertado de su sueño, tenia el cabello más desordenado de lo normal, unas ojeras adornaban su rostro, portaba su clásica charra azul marino, no traía pantalones y tenia calcetas desiguales.

¡NO MAMES WEY!

¡ESTA VIENDO A SU CRUSH EN CALZONES!

¡HIRO TIENE CALZONES DE BAYMAX!

"No volveré a ver a Baymax de la misma manera"

-Taaadashi, estaba durmiendo, no tienes el mas mínimo respeto por es sueño ajeno

Al parecer aún no se daba cuenta de la presencia del moreno

-Ah, Hiro ¿No quisieras ponerte pantalones?

-Y a ti que te importa si duermo en calzones

Tadashi comenzó a señalar de manera "discreta" a Miguel, cuando Hiro lo noto no pudo evitar el tremendo sonrojo que se marco en su cara

-M-miguel ¿Que haces aquí?

-Vine a ver a Tía Cass por que mi abuelita quiere que lleve café, no pensé encontrarte así