Los xv años de Miguel Rivera

La fiesta

Los rayos del sol y el canto de las aves provocaron que el moreno se despertara, froto sus ojos y estiro un poco su cuerpo, se levanto de la cama y salió de su habitación para dirigirse a la cocina importándole poco si aún se encontraba en pijama.

Durante su camino por las escaleras inhaló el dulce aroma del café de olla que solía preparar su abuela cada mañana para el desayuno.

Entro a la cocina con los ojos aún somnolientos cuando sin previo aviso el flash de una cámara le cegó la vista.

-Tomen otra, en esa salió con los ojos cerrados- hablo Doña Elena con un tono furioso, después de eso se abalanzo sobre Miguel para abrazarlo (Asfixiarlo) - ¡Ay mi Miguelititito ya es todo un señorito!

Una vez que Miguel se libro del abrazo de su abuela se dio un tiempo para respirar, por un momento no entendió a la perfección lo que estaba ocurriendo, hasta que recordó que ese sábado era su fiesta.

Aún así le incomodaba la presencia de los camarógrafos, bueno, sabia que era algo normal que a las quinceañeras se le hiciera sesión de fotos y filmación.

Pero estaban grabando cada cosa que el hacia.

-Y... ¿Es necesario tanta cámara?

-Claro que si, es importante grabar cada detalle para que en un futuro puedas recordar este día, así que sonríe que se supone que hoy debería ser tu momento soñado, el momento que has esperado toda tu vida ¡Tu fiesta de quince años! donde pasas de ser un niño a ser todo un señorito, así que cambia tu cara de amargado y ponte a desayunar que se te va a hacer tarde.

Miguel intento ignorar la presencia del fotógrafo y de los camarógrafos y desayunar de manera "normal", aunque es bastante incomodo que te graben mientras estas comiendo.

Cuando termino de desayunar subió a su cuarto con todo y equipo de grabación siguiéndolo por detrás, hicieron una pequeña pausa para acomodar el vestido de Miguel en la cama y hacer un Close-up, mostrando todo lo que el quinceañero usaría en su fiesta.

Terminando de hacer esa grabación Miguel se metió a bañar, solo rogaba internamente que no lo grabaran mientras se vestía

Oh que lo grabaran mientras se bañaba

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-Ahhhhhh, ya no lo soportó

-¿Que pasa?- entro Doña Elena bastante preocupada al oír los gritos de Miguel.

-Ay abuelita, pues aquí Miguel quejándose de que no le cierra el corset- contestó Rosa algo fastidiada por las quejas de su primo

-Ahorita yo arreglo eso mi'ja, mientras ve a checar que más hace falta para que nos nos agarren las prisas al rato.

Rosa salió de la habitación dejando a Miguel a la suerte de Dios con su abuela, de todos modos, no pensó en alejarse mucho del lugar, quería escuchar en vivo y en directo las suplicas de Miguel

No escucho nada durante un rato, solo uno que otro murmullo que no distinguía del todo

De momento los gritos iniciaron

-Ahhhhh, ya por favor, termina con esto

-Condenado chamaco ¡Ya no le entre tan duro al pan de dulce!

Rosa solo escuchaba y se contenía la risa para evitar un regaño de su abuela y evitar que Miguel se molestara con ella

-¡Rosa! Ya se que estas ahí afuera, entra a ayudarme!

Sin pensarlo dos veces Rosa entro lo más rápido que pudo y observo lo que ella catalogaba como una escena del crimen

Miguel con toda la jeta recargada en la pared al borde del llanto mientras Doña Elena tenía un pie sobre la espalda de Miguel a la vez que jalaba las cintas del corset