Detalles finales

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-Miguel... ¿Estas seguro de querer hacer esto?

-S-si, estoy demasiado seguro- hablo el moreno con seguridad aunque con un gran sonrojo, realmente nunca pensó terminar en esta situación

-Es que no quisiera que te lastimaras

-N-no te preocupes, continuemos con esto, no te detengas por nada 

-Bien, iniciaremos despacio y ya después iremos mas rápido ¿De acuerdo?

-mmm











-Muy bien, recuerda pararte derecho y tener la vista hacia frente

-De acuerdo

-Bien, iniciemos, tacón, punta, tacón, punta, lo ves no es la gran cosa

-¡Pero es que yo nunca había usado tacones!- chillaba Miguel mientras trataba de mantener el equilibrio para no terminar en el suelo 

-Pues tu que andabas de loco que querías usar tacones, por que no mejor usas unas botas blancas, o unos tenis

-¡No! El gran Miguel Rivera, tataranieto de Héctor Rivera, el mayor músico de Santa Cecilia, no se va a dejar vencer por un par de tacones

Rosa no dijo nada más, en su mente solo imaginaba a su Papá Héctor retorciéndose en su tumba ( o en cualquier lugar donde estuviera) al ver las homosexualidades de su primo 

-De verdad no se como convenciste a mi abuela de que te hicieran unas zapatillas, a mi casi me lincha cuando le dije que me quería cortar el cabello

-Con el poder del amor - grito Miguel mientras rompía un poco su camiseta

-...

-...

-Por eso Hiro no te hace caso

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2 meses para los quince años de Miguel

Realmente lo que fue diciembre y enero habían atrasado demasiado a Miguel en cuanto a sus ensayos y es que la verdad no ensayaron nada en esos dos meses ya que diciembre fue de pura fiesta, y en enero Dia de Reyes fue la escusa perfecta para dejar de ensayar, además de que Hiro se fue tres semanas a San Fransokyo a visitar a sus amigos, la ventaja es que ya tenia el Vals, y Hiro ya estaba de regreso,ya solo faltaba el extra.

Y ahora Miguel se encontraba en el mercado con su abuela y su prima en busca de un vestido regional, tenia pensado bailar El son de la negra, solo faltaba que aprendiera a zapatear y a ondear la falda.

-Buenas tardes señorita, venimos buscando un vestido jalisciense

-Claro, ¿Es para la niña? - Habló la encargada mientras señalaba a Rosa

-Hagame el favor, el vestido es para este chamaco, ¡Miguel, acercare para que la señorita te pueda observar mejor y así pueda traer vestidos de tu talla!

-H-hola- saludo Miguel de manera nerviosa

-Sii eh, veré que puedo hacer por usted, ¿De que color va a ser el vestido?

Los xv años de Miguel RiveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora