Capítulo 20: [Final] Un amor eterno.

389 60 7
                                    

Ambos estamos en el suelo, sostengo a Jimin en mis brazos mientras busco mi celular para llamar una ambulancia, mis manos tiemblan y no me permiten tomar el teléfono sin que antes este caiga en sobre el piso de piedra, lo tomo y marco al primer número de emergencia que aparece.

- Hospital general, ¿cuál es su emergencia? - dice la voz de una señorita a través del teléfono.
- Hola - digo casi en un murmullo - necesito una ambulancia en la calle 560, hay un herido de grabedad.
- En un momento estarán los paramédicos en el lugar - habla con rapidez - procure que el paciente no pierda el conocimiento.
- Claro, gracias.

Cuelgo y dejo el teléfono en el piso, ¿como hacer que no pierda el conocimiento si él ya no está? Él ya se ha ido. Mis lágrimas caen sobre su rostro uniéndose con la sangre que sale de su cuello; depósito un pequeño beso sobre su mejilla. - Te amo - susurro, - Voy a amarte siempre, mi niño tonto. - sonrio y cierro mis ojos. - nuestro amor es eterno, ¿sabes? Donde sea que estés voy a encontrarte, voy a enamorarte otra vez y podremos estar juntos finalmente, lo juro.

Las sirenas de la ambulancia comienzan a oírse; minutos después veo a varios paramédicos entrar a la habitación con una camilla y botiquines de primeros auxilios, uno de ellos me pide que los deje hacer su trabajo. Me corro un poco mientras ellos lo colocan sobre la camilla, revisan su pulso y ahí se dan cuenta de que ya no está. Simplemente lo dejan ahí, colocan una sábana sobre el cubriendo su rostro angelical y se lo llevan.

- ¿Usted presenció todo? - pregunta un oficial.
- Si - respondo poniéndome de pie
- yo vi todo.
- Va a tener que acompañarme - dice mientras toma las esposas de su pantalón - como único testigo usted..
- Yo maté al hombre que está allí - digo señalandolo - el secuestro a Jimin y a mi, nos trajo aquí. Escape de otra habitación y cuando vine aquí el estaba apuntó de matarlo, tuvimos una discusión y finalmente lo asesine.
- Bien - dice el oficial - haber dicho la verdad te ayudará mucho.
- No importa si estoy diez, veinte o toda mi vida en la cárcel - susurro - ya nada tiene sentido.

Él me dedica una mirada de compasión; mi rostro sigue sin ninguna expresión, me coloca los brazos en la espalda y cierra las esposas sobre mis muñecas. Camino lentamente hacia afuera, ahí veo nuevamente la camilla, la madre de Jimin está a su lado totalmente destrozada.

- ¿Puedo hablar con esa mujer? - pregunto.
- Claro, sólo un momento. -
Asiento con la cabeza y me acerco a ella lentamente - Lo siento mucho..
- No fue tu culpa - dice ella tomando mi mano - no fue culpa de nadie, sólo de un loco enfermo.
- Lo amo - digo y sonrió - Lo voy a buscar en otra vida y por fin seremos felices.
- Estoy segura de que serán felices - toma la mano de Jimin de debajo de las sábanas y la une con la mía - ustedes son el uno para el otro, la muerte no va a detener su amor.

Sonrio, en algo tiene razón, la muerte no nos va a detener.

DIAS DESPUÉS

El funeral paso, no pude acercarme, simplemente contemple de lejos como su cuerpo era enterrado en un féretro.
Después de ver que todos se han ido me acerco a la tumba lentamente, me pongo de rodillas y dejo que mis lágrimas caigan.

- Te amo niño tonto.. - sonrio y me incorporo para irme - adiós..

Me voy del cementerio, busco el primer motel que encuentro y entro.

- Una habitación por favor. - Una mujer me da una llave y sonríe, la tomo. - Gracias, ¿qué habitación es?
- 312. - responde.
- Gracias.

Camino hacia la habitación y abro la puerta; la cierro detrás de mí y me acerco lentamente a la mesa donde hay unas botellas de licor fuerte. La tomo y quito la tapa, bebo un sorbo y empiezo a tirar todo sobre la cama y el suelo hasta acabar con todas las botellas de alcohol.
Saco de mi bolsillo un encendedor y lo enciendo - Pronto vamos a estar juntos - digo seguido de una sonrisa fugas. Dejo caer el encendedor sobre la cama y el fuego comienza a subir.

Me siento en el suelo y sólo espero a que el fuego consuma todo incluso a mi.

Al final, no podremos estar juntos. Quizás en otra vida lo haremos, perdimos dos intentos pero, ¿La tercera es la vencida? Perdimos gracias a los monstruos. Pero quizás, en mucho tiempo los monstruos seremos nosotros.

- The End-

The Monsters © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora