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Capítulo 9: ¿Me amas?

Han pasado dias desde nuestro encuentro en mi casa, veo a Yoongi varias veces al dia en el colegio. En el recreo, a la salida o en horas donde no hay nadie cerca para interrumpir.
En esos cortos momentos siempre que esta conmigo no para de besarme, dice que me extraña demasiado, incluso llegamos a tener sexo en el salón de clases o en el baño. Aunque es arriesgado, no lo puedo evitar y me entrego a el sin ninguna duda.

— ¿En que piensas? - pregunta él.
— En ti - respondo seguido de un suspiro - En nosotros, en todo esto.
— ¿Te arrepientes? - pregunta rosando mis labios con sus dedos.
— Para nada - rio y recuesto mi cabeza sobre su hombro.

Oigo la puerta abrirse, de inmediato nos ponemos de pie, la cara de la profesora de lenguaje muestra enojo, ¿Por que?

— Profesor Min debería estar en su clase - dice molesta.
— Mis clases son mas tarde señorita - sonríe y toma mi mano - ¿Algo más?
— Que se valla, - dice con seriedad - tengo que dar mi clase.
— Señora - digo tímidamente - no me siento muy bien, ¿puedo retirarme?
— Esta bien - responde con desagrado - Ve a la enfermería para que te revisen.

Asiento y nos vamos, ambos tomados de las manos. Un poco después de caminar el me detiene y me gira para quedar frente a el.

— Te amo...
— Yoongi yo.. - sonrio y siento mis mejillas arder - No esta bien, tu me dijiste que amabas a una mujer.. me confundes.
— Lo sé, lo sé. - dice tragando saliva - Pero toda la historia es demasiado complicada de contar, y mas aquí.
— ¿Algún dia me vas a decir lo que pasa realmente? - pregunto mientras una lágrima resbala por mi mejilla.
— Lo prometo - sonríe secando mi lagrima con su dedo - Solo dime que me amas, por favor.
— Claro que te amo - sonrio tímidamente - te he amado desde el primer dia que te vi, pero no me había dado cuenta de eso.

Me besa lentamente, nuestros labios se mueven al compás, lentamente y sin prisa alguna. Siento sus empujones que me colocan contra la pared fría, sus manos sujetan mi cintura mientras las mías rodean su cuello.

— Te amo - dice entre besos - Te amo.
— Yo también - digo apartandolo un poco para poder respirar - No me dejes nunca..
— No lo haré - murmura - ahora que te encontré no voy a dejarte ir, sin mi permiso no tienes derecho ni siquiera de morir.
— Eres un loco - digo en un tono burlesco - Enfermo.
— Enfermo de ti.

Me besa nuevamente, hasta que el timbre de la primera hora suena interrumpiendonos, nos separamos y no pasa mucho tiempo para ver salir a los alumnos de sus salones.
Algunos nos ven con cara de asco, especialmente a mi. La gente es tan mala y eso lo voy a repetir siempre.

— Vete - dice en voz baja - no dejes que te vean mucho conmigo, van a empezar  a hablar.
— Aish - digo mirando a mi alrededor con molestia - Me encantaría besarte aquí y callarles la boca.
— Pero después habría consecuencias - sonríe Min tiernamente - No quiero verte sufrir niñito tonto.
— Deja de decirme asi - sonrió - pero enserio, deja de decirme así.
— Lo siento.

Sonrió nuevamente y camino hacia la biblioteca, camino por el pasillo largo mirando todo a mi paso, realmente he estado en esta escuela por tanto tiempo y nunca había prestado atención a lo que hay a mi alrededor.
Realmente no conozco ni la mitad de lo que me rodea.