Capítulo 8: Tu pálida piel

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— Hazlo, Yoongi Hazlo. Por favor - digo cerca de su rostro - Yo no soy cap...

No puedo acabar mi frase, sus labios ya están sobre los míos, siento como se mueven al compás; el empuja nuestros cuerpos hasta caer en la cama, yo casi desnudo. No logré cambiarme por pelear con él; él aún con sus ropas. Mientras me besa se va quitando la chaqueta y desprendiendo los botones de su camisa de color negro, casi transparente; está deja ver sin problema su piel blanca como la nieve. Se detiene un momento y me mira.

— ¿Quieres? - pregunta y de inmediato entiendo a que se refiere.
— S-si - no puedo resistirme a el -, si quiero hacerlo, hazlo por favor. Quiero ser tuyo.

El vuelve a sonreír y me besa nuevamente por un momento, luego se quita la camisa y la tira en el piso.
Continúa con sus pantalones y ropa interior; quita el borde amarrado de mi toalla y la abre, de inmediato siento mis mejillas arder. Me siento avergonzado, sonríe y ve mi cuerpo para después morderse los labios.
Levanto un poco mi cuerpo para permitirle quitar la toalla debajo de mi; después de quitarla se coloca suavemente sobre mi, sus labios recorren mi cuello hasta mi abdomen.
Mi respiración comienza a agitarse; con mis manos aprieto las sabanas intentando no gritar, el toque de su piel me provoca placer. Muerdo mis labios hasta que siento sus dedos sobre mis labios.
—  Tranquilo, espera. - me guiña el ojo mientras busca algo en su pantalón - Esto te va a gustar. - Saca del bolsillo una tela negra algo gruesa. - Levantate.

De inmediato me siento en la cama y el cubre mis ojos con ella; muerdo mis labios otra vez con mucho nerviosismo, me recuesta en la cama y me gira para quedar con la cara contra la almohada. Lo siento ponerse sobre mi, no pasa mucho tiempo hasta sentir su miembro en mi entrada; duele, poco a poco se abre paso en mi interior y comienza a embestirme, fuerte. Me aferro con fuerza a las sabanas mientras muerdo la almohada, no quiero gritar.
Oigo sus gemidos y siento sus manos en mi espalda; nuestros gemidos se hacen uno en la habitación, después de un momento sale de mi interior.
No dice nada solo me gira y desata la venda de mis ojos, me besa y luego se recuesta a mi lado.

— Sube - dice indicándome que debo subir sobre el - Sube y quiero que te muevas.
— No puedo hacerlo - digo, aún asi me coloco sobre el - Duele.
— Ya verás que no - sonríe y lentamente mete su miembro dentro de mi, otra vez. Siento un fuerte dolor que se va en segundos, comienzo a mover mi cuerpo lentamente, de adelante hacia atrás, de arriba a abajo. Coloco mis manos sobre su pecho y veo su expresión de placer, sus labios están casi sangrando.
Intento detenerme pero el se niega y con sus manos aprieta mi cintura, me muevo mas rápido, el sonido de nuestros cuerpos chocando se funde con los gemidos de ambos.
Siento que ya no doy mas, mi cuerpo está cansado pero aún asi no quiero parar, me muevo con mas rapidez.
Veo su boca entre abierta, cierra sus ojos aún mas que antes. Me detiene mientras me aprieta mas sobre el, siento dentro de mi algo caliente; asi se que ya ha acabado.
Me salgo del y me recuesto en la cama, el sonríe quedándose en su posición mientras con sus manos busca las sabanas.

— ¿Te gustó?
— Si - respondo sonriente.

















































Hola~ Sorry esta del asco, soy un desastre escribiendo escenas sexuales :(

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