NO TE ALEJES

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Mark seguía cocinando sin darse cuenta hasta que Nayeon por fin se atrevió a pasar...

Nayeon- Hola Mark-.

Mark- Hola conejita-.

Nayeon- ¿Cómo?-.

Mark- Sí, me di cuenta que cuando sonríes pareces un conejo-.

Nayeon- Enserio- pronunció la chica mientras sus mejillas se tornaban rojas.

Mark- Es por tu sonrisa, es realmente hermosa-.

Nayeon- ¿Tu crees?- dijo un poco avergonzada la chica.

Mark- Claro que sí-.

Nayeon se sentía extraña, cuando los demás le decían conejita ella se enojaba porque lo hacían con doble sentido, pero con Mark ella creía que era muy tierno e inocente de su parte, por eso se sonrojo y su cara se puso roja.

Mark- ¿Cómo está tu pierna?-.

Nayeon- Bien, de hecho creo que ya está curada, hasta olvide que me dolía- respondió la chica y soltó una bonita risa al final.

Mark- Eso es excelente... bueno, siéntate casi terminó el desayuno-.

La mujer tomó asiento en la barra de la cocina, que también era de color blanco, observó como el chico cocinaba y notó que había mucha comida alrededor de la barra y Mark aún seguía haciendo más y más.

Nayeon- Oye espera, ¿no crees que ya es suficiente para el desayuno?-.

Mark- No lo se, ¿ tú crees que así está bien?-.

Nayeon- Para mí es más que suficiente toda está comida- respondió.

Mark- Bien entonces a comer- declaro el chico.

El desayuno fue algo callado, hasta que a Nayeon se lo ocurrió tomar dos tiras de tocino y ponérselas en su cabeza haciendo que parezcan orejas de conejo, logrando que Mark se riera y sonriera de oreja a oreja.

Mark- Vaya que si eres una coneja, Nayeon-.

Nayeon- Gracias Mark pero ahora, vamos a ver que animal eres tú-.

Mark- Espera, ¿Qué?, ¡No!- dijo el chico entre risas.

Nayeon tomó la cara de Mark y la inspecciono con lujo de detalle, apretó sus mejillas, cerró y abrió sus pestañas y estiro su nariz. El chico no podía dejar de sonreír a la chica, mostrando su dentadura completamente blanca.

Nayeon- Ya sé, tal vez un oso-. 

Dicho esto la chica tomó unas rebanadas de naranja y se las puso a Mark de orejas.

Mark- Y bien, ¿cómo me veo?-.

Nayeon río muy alto, tanto que la risa inundó toda la casa.

Nayeon- Tu siempre te ves bien Mark- le respondió cuando dejó de reír.

Mark- Si tu lo dices, debes ser cierto-.

Nayeon- Pero tu no eres un oso, tal vez un perro-.

Mark- No, creo que no sería un buen perro-.

Nayeon- Aguarda-.

La chica tomo algo de comida y la colocó en la cara del chico, por último tomó una cereza y la puso en su nariz.

Mark- ¿Mejor que el oso?-.

Nayeon- Mmm, si pero... tenias razón, no serías un buen perro, ¿que tal una jirafa?-.

Mark- No, ni lo pienses- respondió con un tono burlón.

Nayeon- ¡Ya sé!, ¡Ya lo tengo!, ¡Sí!- exclamó.

Mark- ¡Anda dime!-.

Nayeon- Listo, ¿que tal... ¡un gato!?

Mark- ¡Genial!, ahora hazme parecer un gato-.

Nayeon- Claro que sí-.

La mujer puso manos a la obra y tomó varias cosas de la mesa, movió la cabeza de Mark un par de veces hasta que el chico la miró y supo que el trabajo estaba hecho.

Nayeon- Ya está-.

Mark- Vamos a un espejo-.

Nayeon- Espera, lo traeré para ti-.

Nayeon se paró de la barra, donde se había sentado para arreglar a Mark, dio un par de pasos mientras jugaba con sus pies y cerca de la parrilla de la cocina encontró un espejo, lo tomó y se lo llevó al chico.

Nayeon- Anda, mírate-.

Mark dirigió su vista hacía el espejo, vio cómo lo había decorado la chica, realmente le gustó mucho. Ella había sido muy creativa para decorarlo, tomo rebanadas de jamón y las doblo para hacer las orejas y con mermelada de moras le dibujo los bigotes y le dio color a su nariz. Mark sonrió, era la primera vez en mucho tiempo en la que sonreía tanto.

Mark- Oye Nayeon, ¿Te gustaría ir a algún lugar hoy?-.

Nayeon- Espera, ¿Qué? no, no puedo, tengo que volver-.

Mark- Quédate más tiempo, por favor-.

Nayeon- Es que... realmente no puedo-.

Mark- Pero; ¿Por qué?-.

Nayeon le contó a Mark acerca de la muerte de sus padres, que tenía dos hermanas y cómo había llegado al hotel a trabajar. Mark se conmovió por todo lo que la chica había pasado a su corta edad, pero de la nada tuvo una idea.

Mark- ¿Qué te parece si, te pago por estar conmigo?-.

Nayeon- Pero Mark, creo que no sería lo mismo si tu y yo...-.

Mark- No, no pienses así, no me refería a eso, solo quiero estar contigo-.

Nayeon comenzó a pensar, sabía que el hecho de estar con un chico tan guapo como Mark y aparte recibir dinero por eso era simplemente fantástico, también sabía muy bien que no sería para siempre, pero el simple hecho de ver la cara del chico le hacía pensar lo contrario.

Mark- Y bien, ¿aceptas?- preguntó de manera tímida el chico.

La chica volteó a ver los ojos del chico y se preparó para decirle su decisión...


The girl of the night  Im Nayeon x Mark TuanWhere stories live. Discover now