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"Three, four, baby, won't you lock the door?"

Ella decidió levantarse y limpiar un poco las hojas que se encontraban en su gastado suéter, no sabía a donde ir debido a que no sabía dónde estaba.

¡Mabel!

Esa era la voz de su hermano.

Empezó a correr hacia ésta, poco a poco, hasta que se escuchaba cada vez más cerca.

Se detuvo, necesitaba recuperar el aire perdido tras su carrera, recargo una de sus manos en un árbol para respirar.

Una vez que recuperó el aliento, se dio cuenta que había llegado a un especie de "picnic".

Una mesa, con sillas y lleno de comida en medio del bosque, le resultaba familiar, justo como en "Alicia en el país de las maravillas", donde el sombrero y la liebre comían.

-¿Dónde estoy?

Sintió como algo la obligaba a sentarse, cuando miró en donde se sentó, se asombró. La silla era lo que le había obligado a sentarse y ahora esta la dirigía hacia la mesa.

-Mabel Pines, ya te estabas tardando...

Una figura alta apareció a su lado haciendo que diera un pequeño salto de susto.

Era una chica alta, tenía el pelo azul y corto, botones en vez de ojos, y por último tenia 4 "piernas", ya que parecían como las de las arañas.

-¿En dónde estoy?

-En ningún lugar pero a la vez todos

-¿Qué?

La chica azul tomo una taza y empezó a servirse té en el, le hizo una seña a Mabel y ésta hizo lo mismo.

-Estas en el lugar donde nadie fue feliz, todos los que estamos aquí tuvimos un final malo, al igual que tú.

-Pero...

-Mabel, estás muerta, al igual que tu hermano Dipper.

Mabel se recargó en la silla soltando un gran suspiro

-¿Quién eres?- preguntó Mabel-.

Aquella figura alta se detuvo un momento, pensando que decir.

-Solía llamarme Coraline, y vivía con mis padres antes de ser engañada por mi otra madre, ¿qué hay de ti?

-Yo... Lo último que recuerdo es bajar al sótano con Dipper y ahí todo se volvió negro.

-Mabel, si quieres tener un buen final, tienes que buscarlo pero en este lugar todos tuvimos uno malo y harán lo que sea para que tu tampoco lo tengas.

-¿Qué?

-Dulces sueños, Mabel Pines

De repente, Mabel empezó a tocarse la cabeza, le dolía a horrores, sentía el típico pitido en las películas de acción.

Miró a la figura alta, mientras que ésta se acercaba poco a poco a ella y las tomaba con sus manos que eran metálicas para luego quedarse dormida.


Milk And Cookies [Mabel Pines] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora