Capítulo 14

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Capítulo 14. Problemas.

-Extrañaba estos momentos tan apasionados contigo –decía Mia lamiendo el lóbulo de mi oreja.

-Ya es medio día ¿comemos juntos? –pregunté acariciando su melena.

-Vale

Nos vestimos en silencio y luego me dio un pico en los labios. Salimos tomados de las manos ganándonos varias miradas, incluyendo la de la morena y la de Ariadnne.

-Oh, espera un segundo Drew, olvidé mi celular en tu oficina –dijo Mía para luego ir a buscarlo. Observaba a la nada hasta que escucho la voz de Keith.

-¿Vamos a almorzar juntos nena?

-Con una condición –dice sonriente Aria.

-¿Cuál?

-Me compras un cono de helado, tengo un antojo terrible de uno de vainilla desde ayer –Keith rió.

-Claro, vamos –le ofreció su brazo y ella negando con la cabeza pero con una sonrisa aceptó. Sonreí sin mostrar los dientes cuando se despidieron de mí.

-¿Nos marchamos? Tengo hambre.

Asentí guiándola con una mano en su cintura. El ascensor se estaba cerrando pero Mia evitó eso y entró rápido tirándome de la mano para que hiciera lo mismo. Maldije por lo bajo cuando choqué con Keith. Murmuré un <disculpa>. ÉL y Ar hablaban animadamente y Mía se mandaba mensajes con no se quien.

Bajamos y fui directo al coche.

-Podrías haber esperado –murmura Mía al parecer molesta- apenas conozco el lugar.

-Bien, la próxima –contesté seco. Me lanzó una mirada fastidiada y siguió con lo que hacía. No sé por qué estoy tan.. así. Necesito vacaciones o quizás un psicólogo.

-Disculpa Mía –suspiré- me es raro que estés aquí. Sinceramente no te esperaba.

-No importa Drew, yo fui la que llegué sin avisar pero ¿eso no es problema verdad?

-No –conteste dando un breve beso a sus labios.

Comimos recordando viejos tiempos y burlándonos de las tonterías que hacíamos en la adolescencia.

-¿Recuerdas esa vez que entramos a la dirección y la secretaria estaba con el profesor de..

-Uh, si, que asco. Me tomó como dos años olvidar esa horrible escena porno. –contesté asqueado. Mía se carcajeó. Su celular sonó.

-¿Podemos irnos ya? –preguntó mirando a ambos lados.

-Pero..

-Por favor Andrew –estaba algo nerviosa, asique solo asentí y decidí no preguntar al respecto.

-¿Tienes donde quedarte Tina?

-Uhm, no –dijo bajando la cabeza.

-Puedes quedarte en mi departamento si quieres

-¿De veras? Sí. Digo, si no molesto está bien.

-No te preocupes, no lo haces. ¿Te llevo directo allí?

-No. En la empresa está mi auto, sólo llévame hasta ahí –contestó sonriente. Llegamos, se despidió de mí con un corto beso de labios y yo continué mi jornada laboral.

-¿Hay algo nuevo Ar? –pregunté apoyado en su escritorio.

-Sip, debes aprobar los planos que están en tu escritorio y firmar estos papeles que son las notas a la empresa de mano de obra.

Nada más que sexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora