RECOMPENSA

EXTRA 1

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En una montaña ubicada en quien sabe donde, se prepara una majestuosa cena, las velas y la comida eran de primera, el ambiente era cálido, el vino abundaba, sin embargo, en realidad no habían muchos adultos, por lo cual todo el vino que sobrara tendría que ser reservado. En medio de todas las mesas, había una separada de las además, en aquella mesa reposaban tres personas, dos mujeres y un hombre, en medio de esas tres estaba Baoshan Sanren.

-maestra- la voz de una de las mujeres vino de la mesa derecha - gracias por todo- dijo la joven sonriendo de oreja a oreja, Cangse sanren siempre había sido así, su propia maestra lo sabía muy bien pues había sido como una madre para la chica.

-maestra, este alumno también quiere dar gracias- a su izquierda se encontraba el menor de los tres discípulos, se trataba de Xiao Xingchen.

La bella mujer agradeció con un movimiento su cabeza - Cangse- llamó la dama.

-si? maestra-

-recuerda que aun le debes mucho a esta anciana-

-jeje lo sé!- la joven despreocupada comenzó a jugar con su comida, haciendo que la mujer y su compañero voltean a ver a otro sitio - maestra, no te ves triste de que estos alumnos se vayan, eso me duele- dijo la chica mientras bebía una gran cantidad de vino, más de que debería hacer una señorita como ella.

-claro que no, después de todo ustedes fueron mis alumnos, estarán bien- La chica solo pudo reír para sus adentros, aunque su maestra fuera fría, sabía en el fondo que ella les quería mucho, sin embargo, sería perfecto que fuese más permisiva, solo un poco.

Después de la deliciosa cena, las tres personas se levantaron de sus lugares y ante los ojos de todos se dirigieron hacia la puerta que daba salida al mundo terrestre, todos los chicos se encontraban expectantes, ese momento era el que muchos estaban aspirando a llegar, la pareja que estaba saliendo eran el resultados de las enseñanzas de Baoshan Sanren, eran el orgullo... bueno tal vez en Cangse había una excepción en cuanto a comportamiento.

-Cangse- llamó por última vez Baoshan, cangse observó tal vez por última vez a su maestra, en la escena Baoshan le entregó una bengala a cangse, sin embargo, a diferencia de las de más, esta era especial, al activarla informaría a Baoshan desde cualquier distancia.

-gracias-

Después de este último intercambio de palabras, la pareja descendió la montaña, con la promesa de regresar y con la prohibición de no pedir ningún favor más.

-maestra, esa bengala... por que se la dio a la señorita?- uno de los niños que aún estaban en etapa de aprendizaje se acercó a curiosear sobre el inusual comportamiento de su maestra.

-...vuelve a tu habitación-

-si, maestra- todos en la montaña sabían que nunca se tenía que contradecir las palabras de la señora, su palabra era ley en todo el lugar y si quisiera también en el mundo mortal, ella era considerada casi una diosa, por eso cuando ella ordenaba algo, se tenía que cumplir.

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