Este día ha llegado un nuevo chico al instituto.
Su nombre, según ha dicho la profesora, es Tyler Joseph, es un chico que no parece ser muy alegre. Su mirada denota tristeza, frustración, odio y cansancio.
Toma asiento en el lugar más alejado que puede, en la esquina izquierda del aula. Puede sonar muy específico pero para ser sinceros no puedo quitarle la mirada de encima.
El día transcurrió, y no pude sacar de mi mente a aquel chico. Al ver su mirada triste sentí una enorme necesidad de ayudarlo, aunque no tenga ni la menor idea de quien es él.
Al día siguiente, en la hora del descanso, lo encontré sólo, sentado en uno de los lugares más apartados de la escuela. Quise acercarme pero un grupo de chicos me ganaron. Lo peor fue cuando vi que eran Daniel y su horda de zombies, los brabucones de la escuela.
Vi como le habían arrebatado el cuaderno en el que anteriormente estaba escribiendo.
-¡Hey! ¡Devuélveme eso!
Lo escuché gritar, es la primera vez que escucho su voz, tan linda, suave y un poco aguda sin llegar a ser mucho.
-¿Quieres esto de vuelta nenita?
La voz de Daniel me sacó de mi trance. Yo solo estaba viendo el acto algo escondido de ellos, como un acosador.
Logro ver como Daniel comienza a leer lo escrito por el chico con un tono burlesco
-"Llévame fuera y acaba con este desperdicio de vida" no me jodas, que basura escribes nenita.
-Te pedí que me lo devolvieras- noto como se lo intenta arrebatar en un movimiento brusco, cosa que solo provocó que los zombies de Daniel lo tomarán de los brazos para inmovilizarlo.
-Si tengo algo, termina a que lo lea, basura- y voltea al cuaderno para seguir con su burla- "Todos se agrupan alrededor para un espectáculo, ver cómo este hombre desaparece tal y como lo conocemos, hazme un favor y trata de ignorar cómo lo ves caer a través de esta evidente trampa" buah, la basura tiene sentimientos buh huh.
Escuchando lo que Daniel leía, me enamore de la letra, este chico tenía un gran talento que al parecer salía a través de su sufrimiento.
El chico, al ver la evidente burla de Daniel, escupe en su cara, al parecer de mera impotencia por el modo en el que aquellos gorilas lo mantenian aprisionado.
-¡Te arrepentirás!- fue todo lo que escuché para ver cómo Daniel fue encima del chico para comenzar a golpearlo.
Mi mente quedó en shock, no pude reaccionar a tiempo, pero cuando lo hice, me lancé a Daniel para salvar al chico.
Ya había tenido ciertos problemas con Daniel, por lo que ya sabía que cuando mi paciencia se terminaba y acudía a la violencia lo mejor era alejarse, cosa que hizo.
-¿Estás bien?- dije cuando se habían alejado, el chico parecía frustrado y bastante herido.
-Claro, no es como que me hayan golpeado tres cerdos- dijo con un tono de evidente sarcasmo
Lo ayudé a ponerse de pie, al igual que extendí su cuaderno para que lo tomase.
-Supongo que esto es tuyo
-Gracias...
Me quedo observando su rostro. De cerca es aún más lindo a pesar de los golpes que cubren su cara. Estuve un tiempo mirando sus ojos. De mi boca salió un suspiro y un "eres precioso" de manera inconsciente. Puedo ver como se pone rojo, ¡por Dios! Este chico va a matarme.
Me acerco poco a poco a él. Nuestras respiraciones comienzan a mezclarse, lo tomo de la cintura y, al ver que no se aparta, junto nuestros labios en un beso del que no me quiero apartar. Pareciera que estuviésemos destinados a ser uno.
Este parece ser el comienzo de algo grande. Siento que el destino por fin puso el otro extremo de mi hilo rojo en mi camino.
