Warm Christmas

Vino Claus - Taokai

—Creo que son demasiadas cervezas.

Jongin obaervaba desde el sofá el montón de six-packs en el suelo. Eso sin contar las cajas de sidra y champán.

—¿Bromeas? —gritó Tao desde el dormitorio—. Después de las doce, Sehun pensará que las cervezas son hormigas y florecerán sus instintos de oso hormiguero —hizo un sonido de succión provocando la risa de Jongin.

—¿Por qué tardas tanto? —preguntó cambiando la conversación—. Llevo quince minutos esperándote.

—Por esto.

Tao apareció en la sala con un traje holgado de Santa Claus. Jongin frunció el ceño el verlo y una sonrisa amenazó con formarse en su rostro.

—¿Qué pretendes hacer? —dijo haciendo el mayor esfuerzo por reprimir su risa.

—¿Te gusta? Lo compré hace tres días. Quiero hacer una broma para los chicos.

—¿Y qué quieres hacer? —Jongin sentía que su tiroides explotaría por aguantar tanto.

—Quiero entrar a la cabaña con una botella de vino y gritar "¡Vino Claus!"

Jongin no aguantó más y estalló en risas. Su rostro se tornó rojo por la falta de oxígeno y Tao corrió hacia él para tratar de ayudarlo.

—Oye, sé que soy ridículo, pero tampoco es para tanto —hizo un puchero.

—Cuentas los peores chistes del mundo, Tao —limpió una pequeña lágrima, producto de su inmenso ataque de risa.

—Aún así te ríes.

—Porque los cuentas con una gracia tremenda —rio un poco.

—¿Tengo cara de payaso?

—Sí —Jongin comenzó a reír de nuevo y Tao negó indignado.

—Jamás olvidaré esta burla. Imperdonable.

Aún así, Jongin no dejó de reír por lo que Tao comenzó a hacerle cosquillas en las costillas. El moreno reía sin parar hasta que de un momento a otro su garganta dejó de emitir sonidos. Tao, alarmado, se inclinó hacia el rostro de su novio para revisar si aún respiraba.

—¿Estás bien? —El moreno asintió, aún sin emitir sonido alguno—. Tu rostro está muy rojo.

Jongin inhaló y exhaló profundamente, tratando de calmarse y, cuando lo consiguió, soltó una bofetada al rostro de Tao. El rubio, aturdido, sobó su mejilla y lo observó con ojos bien abiertos.

—¡Casi me asesinas, animal!

—¡Lo siento! No creí que te reirías tanto —murmuró aún sobando su mejilla—. Además es tu culpa.

—¿Mi culpa? —Tao asintió.

—Eres un pequeño osito lindo y agresivo al que siempre quiero hacer reír —se acercó y le robó un fugaz beso en la mejilla al menor.

—Eres un... tonto —sonrió y bajó la mirada.

—Y tú un hermoso hombre —tomó una mano de Jongin y entrelazó sus dedos—. Te amo, Jongin.

—Y yo a ti, Vino Claus.

Tao comenzó a reír y besó el dorso de la mano del moreno. Jongin recargó su cabeza en el hombro del rubio y suspiró. Estaba agradecido de haber conocido a Tao en aquella vinatería en la que trabajaba. Aún recordaba la botella de vino tinto que Tao rompió y la cual fue motivo para entablar un amena conversación.
La mejor conversación de su vida.

—¿Crees que a Baekhyun le guste el vino tinto?

—Él dijo que jamás había probado ningún vino. No te estreses tanto, amor. Es más, llevemos este —alzó una de las botellas en la mesa.

—¿Vino rosado?

—Sí. Para que recuerde como lo deja Sehun después de... —Jongin cubrió su boca con una mano.

—¡Eres un grosero morboso!

Tao carcajeó y lamió la mano del moreno. En definitiva llevarían ese vino.