El goteo proveniente del baño se hacía ya irritante. El ritmo era fijo, hasta parecía que iba a compás con la respiración agitada de la fémina que se encontraba en dentro.
-¡¡ARIA!! ¡Mueve el culo de una maldita vez!
La voz del exterior que llamaba a la chica venía acompañada de 5 golpes fuertes en la puerta. La jefa se empezaba a impacientar.
-Blair... Dale un momento, seguro que tiene problemas porque no hay luz en el bañ---
-QUE ME DA IGUAL LEO. QUE TENGO QUE MEAR.
Los dos individuos empezaron a discutir fuera. Mientras tanto, en la penumbra del baño la chica de baja estatura se miraba al espejo. A penas entraban rayos de luz en la habitación y los que lo hacían eran diminutos. Pero lo suficiente como para denotar el contorno y color de su cabello.
Una mano fue a parar al espejo. Aria empezó a tocar por donde se reflejaban su figura. Esa... Era ella.
Su pelo ahora tenía un tono azul oscuro en vez del usual blanco níveo. Y sus ojos pasaron de ser un tono rojizo a uno lavanda gracias a las lentillas proporcionadas por su jefa. Del estuche que tenía apoyado junto al grifo que goteaba sacó un lápiz. Sus ojos se habían acostumbrado a la oscuridad, así que para ella no era problema dibujarse tres "lunares" bajo el ojo izquierdo. No estaba satisfecha, pero tampoco disgustada por el resultado. No sentía nada.
Guardó el lápiz en el estuche de nuevo y el sonido de la cremallera indicó que estaba cerrado. Este en mano, se encaminó a la entrada de la habitación. Ahora, además del goteo sonaban sus pasos acentuados por el tacón de sus botas.
La puerta se abrió, dejando pasar la luz exterior. Al principio molestaba, pero no reaccionó. Le daba igual. Los dos acompañantes dejaron de pelearse a gritos en cuanto la puerta se abrió. Leo juntó sus dos manos mientras que se le iluminaban los ojos.
-Woaaah... ¡Menuda combinación! Azul y morado...
Sus dedos fueron a tocar el cabello de la ahora peliazul, pero la mano de Aria se interpuso en su trayectoria agarrándolo fuerte de la muñeca. Todos esperarían que ella tuviese el ceño fruncido, pero su expresión era la misma. Una pokerface.
-Menudo idiota eres, ¿no ves que se termina de poner el tinte? ¿Acaso quieres que tus manos se vuelvan azules o qué? -Comentó Blair, cruzándose de brazos.
-¿Tú no tenías que mear o algo?
La de cabello rosa iba a protestar, pero no tuvo tiempo. De repente las ganas de ir al baño volvieron y se metió dentro a toda prisa, cerrando la puerta de un portazo.
-No te preocupes, Ari.~~ El cambio es para mejor, ¿verdad?
Leo la cogió del brazo derecho, pegándose a este en un abrazo. Puso la cabeza sobre el tatuaje de la chica que iniciaba en el hombro.
-Sí.
-
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En caso de dudas, apariencia de Aria.
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EXTRA: Apariencia de Blair.
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(FC: Desconocido)
Apariencia de Leonardo.
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