Blood and tears. (Chou)

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Lágrima tras lágrima, la pequeña pelinegra seguía tirando de la cuerda.

Ya no sabía ni por qué estaba haciendo aquello. Llevaba tanto tiempo tirando que las lágrimas eran algo perfectamente normal para ella.

Se sentía una completa inútil. Sus piernas flaqueaban como si de fideos se trataran.

¿Qué había al otro extremo de la cuerda que tanto ansiaba para llegar a degradarse a estos niveles? Si lo supo alguna vez, lo olvidó.

Los ojos de Chou Fuchida se cerraron en cuanto sintió la cuerda frotar violentamente contra sus heridas manos, resbalándose de su agarre. Un rastro rojo dejaron en la cuerda estas por el retroceso.

No era el primer rastro que dejaba. En las partes de atrás de la cuerda se veían manchas rojas también, aunque de un tono más oscuro. ¿Cuánto tiempo llevaba tirando? Mucho.

Chou no quería seguir con esto. Chou quería dejar de tirar. Sobarse las manos por el dolor. Frenar las heridas de infectarse.

Y eso hizo. Chou soltó la cuerda. Todo se volvió blanco.

...

Los orbes de la muchacha se abrieron. Lo primero que visualizaron sus ojos fue el techo de la habitación, verde. Y poco después, la cara de su hermano Akira pegada a la pared mientras dormía. Sobre una silla.

El pitido de la máquina que marcaba su ritmo cardíaco la ponía nerviosa. Últimamente pasaba poco tiempo despierta. Y Akira quería pasar todo el tiempo posible de esos momentos de lucidez con ella.

Pero tendría que disculparse. Cayó en brazos de Morfeo de nuevo antes de que el mayor se pudiese despertar.

Esta vez no tiró de la cuerda como en los otros sueños. Simplemente era un vacío negro.

Chou Fuchida no volvió a abrir los ojos.

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⏰ Última actualización: Feb 25, 2019 ⏰

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