Ryuki ya estaba acostumbrado. Cambiar tanto de entorno no era una novedad. Así que cuando entró a la secundaria no le pareció extraño entrar a un instituto rodeado de gente que no había visto en su vida y estaba seguro de que tampoco podrían importarle menos.
Pero allá va él, con su bufanda de la suerte, caminando hacia las puertas de entrada para asistir la ceremonia esta que se realiza siempre a principio de curso.
Solo que esta vez la bufanda se volvió en su contra y se le enredó el tejido en un pie, haciéndolo caer al suelo. Delante de todos.
Yup, ese es él. Ryuki Hayashi. De profesión: perdedor.
Las risas a este punto son instantáneas. Puede incluso gente escuchar gente preguntándose si alguien lo conocía. Pero por supuesto que nadie fue a ver si estaba bien. ¿Qué esperaba él de gente a la que no le importa nada lo que le saque un par de risas?
Por fortuna, sólo se había llevado la humillación de la caída. 0 heridas.
Su primer día en Honnou-ji fue acudir a esa ceremonia, básicamente. Las clases serían al día siguiente. Su alrededor durante esta estaba rodeado de gente murmurando sobre cómo tropezó de forma tan patética antes.
Oh. Pero el día en que empezaron las primeras clases. Fue uno de los peores que el chico de cabellera rubia recuerda.
Todo empezó cuando el metro se retrasó y casi lo echan de clase por llegar más de 10 minutos tarde. Bajo la formal excusa del "No volverá a suceder" lo dejaron entrar, pero al no haber ningún asiento más libre le tocó sentarse justo en la tercera fila, en un pupitre al centro de la misma. Luego a la hora de comer se tropezó DE NUEVO (menudo tío, de verdad) y casi más de la mitad de su comida se echó a perder. Lo que nos lleva al problema actual.
En la última clase del día tenía educación física. Y siendo él el perdedor que era, a pesar de ser el cowboy más rápido de la ciudad su resistencia dejaba mucho que desear. A eso si le añadimos que no comió bien, imagínate las consecuencias. Total, que de las cinco vueltas que les pidieron hacer rodeando el instituto, solo pudo hacer una. Bien muerto que acabó al final.
Eso fue lo suficiente para que los más "cools" de la clase le echaran el ojo al chico. Desde el primer tropiezo, la vista en Ryuki ya estaba puesta. Y como buenos "machos dominantes" que eran, fueron a demostrarle en el vestuario al rubio quién mandaba y quién quedaba por los suelos.
Pillaron al chico cambiándose la camiseta a la mitad. Los tres chavales sonrieron al darse cuenta de que él y ellos eran los únicos en el vestuario, ellos estando allí porque habían terminado pronto con la actividad. Uno de ellos empujó al rubio para que chocase contra la pared de taquillas con éxito. No le habían dado ni tiempo a Ryuki de ponerse la otra camiseta, así que allá iba con el pecho al aire.
—Hah, mira a quién tenemos aquí. ¿Qué pasa? ¿Tienes que irte antes porque tu mami viene a darte la merienda? —Soltó el que parecía liderar a los otros dos, una enorme sonrisa maliciosa presente en su rostro.
El empujón le había costado un moretón en la espalda probablemente de lo fuerte que fue. Aún se estaba quejando cuando vino el siguiente movimiento del grupo. El "líder" le agarró del pelo, lo que provocó más quejidos por su parte.
—Tenemos un trato para ti. Mira. No somos las personas más avispadas en clase, como habrás podido notar. —Se refirió a que cuando un profesor les preguntaba una respuesta durante las horas de teoría siempre lo hacían o mal o se negaban a responder.— Si nos haces los deberes durante el resto del año te dejaremos juntarte con nosotros. Es una oportunidad que no puedes dejar escapar, ¿sabes?
Es cierto que estaba contra las cuerdas. Semidesnudo, con frío y un tipo tirando de su pelo y otros dos a los lados evitando soltar una carcajada ante la situación la situación desde luego no era favorable. Aun así, no supo bien qué le dio en ese momento. Pero con una confianza que no supo de dónde sacó, le devolvió la mirada al matón.
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¡One-Shots!
Fanfiction(Portada Provisional) Unos cuantos One-shots de mis OC's. Enjoy.