𝑻𝑹𝑬𝑰𝑵𝑻𝑨 𝑫𝑰𝑨𝑺 𝑫𝑬 𝑺𝑴𝑼𝑻 𝑪𝑯𝑨𝑳𝑳𝑬𝑵𝑮𝑬 ‖𝑽𝑲𝒐𝒐𝒌‖𝑲𝒐𝒐𝒌𝑽‖

♡Día 16: Mañanero.

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TaeKook.
Tae peligris, Kook pelinegro.
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Jeon JungKook era un chico infantil para su edad, a sus 18 años el chico seguí llevando su osito de peluche a todos lados, el chico que estaba a su cuidado siempre se burlaba de él porque decía que se veía más joven de lo que en verdad era y todo gracias a su anatomía.

JungKook era un hibrido de conejo, tenía sus largas y esponjosas orejas blancas con rosa en lo alto de su azabache cabeza además de un pequeño rabito blanco y esponjoso justo en la curva de su trasero, el chico era bajito y menudo para su edad, además de tener rasgos infantiles como sus grandes y brillantes ojos grises, sus labios delgados y rosas o sus mejillas regordetas.

TaeHyung había encontrado al niño en su forma de conejo desde que éste tenía 12 años, el peligris lo único que quería era una mascota y el conejito parecía quererlo mucho, no hubo problemas hasta un año después de que lo encontró cuando JungKook cambió de forma justo frente a TaeHyung logrando asustarlo cuando se lanzó a sus brazos para tener muchos mimos. El peligris tenía ahora 24 años, no era un santo pero tampoco era mala persona, siempre molestaba a JungKook porque adoraba ver como sus piecitos tamborileaban en el suelo con enfado, además de que su pequeña nariz se arrugaba de forma adorable. TaeHyung le tenía mucho cariño a JungKook pero conforme el tiempo pasó se dio cuenta de que su cariño no era un cariño fraternal, ¿Cómo se dio cuenta? Fácil. JungKook se estaba duchando pero una araña apareció asustando al pequeño quien salió corriendo hasta su lugar seguro, el regazo de TaeHyung.

TaeHyung no había tenido otra opción más que acurrucarlo entre sus brazos, mirando como las gotas de agua acariciaban la lechosa piel, perdiéndose entre sus piernas, mirando los pezones rosados erguidos por el frio, mirando el culo de JungKook junto a su rabito, deseando hacer algo más que solo acunarlo. Lamentablemente él había leído que no podía tener sexo con JungKook hasta que tuviera su primer celo ya que podría dañarlo y TaeHyung no quería eso, además de tener que esperar al celo TaeHyung quería que su pequeño lo eligiera, que quisiera estar con él por voluntad propia.

— TaeTae, mgh, por favor despierta. —Habló JungKook subiéndose sobre su mayor. El pequeño había estado sintiendo mucho calor y hormiguitas en su barriga, además de sentir que su pene se había puesto duro, JungKook no era tonto, él sabía qué significaba eso, pero nunca le había sucedido. Su mayor le había enseñado y había contratado a un profesor particular que le había enseñado muchas cosas entre ellas la sexualidad, para humanos e híbridos.

TaeHyung se removió incómodo al sentir un peso en su estómago, sabía de sobra que era JungKook y no era raro sus muestras de cariño pero era raro que se estuviera moviendo de esa manera, como si estuviera montándolo, por lo que la mente de TaeHyung colapsó antes de abrir sus ojos.

— ¿Qué pasa Kookie?

JungKook iba a contestar pero un gemido agudo salió de su boca en lugar de palabras cuando su manito derecha tocó su erección por sobre sus calzoncillos, porque JungKook dormía en una sudadera gris y esponjosa con un gorrito negro junto a sus calzoncillos. TaeHyung abrió sus ojos y lo primero que observó fue a su menor sobre él con las mejillas rojas, ojitos llorosos y su mano masajeando su miembro por sobre la ropa.

— Me siento raro, hyung, ¿Me ayudas?

TaeHyung no era estúpido, sabía que el celo de su pequeño había llegado, él quería con todo su ser ayudarlo, pero antes debía hacerlo tomar los anticonceptivos, él había llevado a su pequeño al doctor, donde le dijeron que su pequeño era un omega y que debía cuidarse si no quería conejitos bebés pronto.

— Te cuidaré cuando tomes el medicamento y...

— ¡NO! Quiero bebés, quiero que TaeTae me de bebés, por favor.