Capitulo 1

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Había llegado por fin la hora, con algo de miedo Nathan tomó la maleta que se encontraba a su lado en la parte trasera del auto de sus padres, el día era algo oscuro, nada mejor que como se sentía internamente, desde lo sucedido hace una semana muchas cosas habían cambiado, quizá su padre tenía la razón, esto ayudaría a formar su carácter, pero discrepaba enormemente con aquello de que esto lo convertiría en un hombre de verdad, realmente apenas le importaba.

Al bajar pudo ver la inmensidad del internado, sabia de antemano que aquello que se encontraba mirando era apenas la fachada de uno de los tantos edificios que conformaban aquel lugar,  todo lo que pudo encontrar en Internet al buscar internado "San Patrick" fueron comentarios elogiando la calidad educativa que se impartía en aquella institución, el renombre que había conseguido con el pasar del tiempo y acerca del modelo disciplinario sumamente estricto que Nathan, desde su primera visita considero sacado de la edad media.

- Esté será tu nuevo hogar, por lo menos durante un tiempo- comentó Andres, el padre de Nathan mientras bajaba el resto de las maletas del portaequipaje de su auto - Espero que comprendas que todo esto lo hacemos porque te amamos y queremos hacer de ti una gran persona.

Aquel hombre terminó esta frase mirando al muchacho mientras se rascaba el bigote como era su costumbre, para tener 45 años y un trabajo el cual desarrollaba poco esfuerzo físico, su contextura no lo demostraba; su altura era aproximadamente de 1.85 cm, cabello color negro corto bien arreglado, test morena, un bigote prominente que según él era una tradición ya que su padre lo había tenido, además esperaba que su único hijo también lo llevara cuando tuviera edad, contextura robusta y un tono fuerte de voz, quien lo viese pensaría en que frente suyo se encontraría un militar retirado.

- ¿ Y esta en verdad era la mejor manera para hacerlo?, solo digo que hay buenas escuelas cerca a casa y en ellas no tendré que verlos una vez por semana, ni ustedes tendrán que conducir alrededor de dos horas.- Nathan callo por un momento, tenía algo de miedo al pensar que el hombre que se encontraba enfrente suyo pudiese perder la calma y terminar golpeándolo  enfrente de quienes serían sus nuevos compañeros y éste aumentaba al saber que su madre no estaría cerca para defenderlo como la última vez. 

- Ya hablamos de esto - Respondió su padre sobando su nariz- sabes bien que no hay mejor lugar que este para que continúes tus estudios, para ti no fue tan sencillo lograr entrar siendo un chico con cerebro, ¿por qué no lo usas un poco y dejas de quejarte tanto? además  la colegiatura se paga anualmente por adelantado y no es que el lugar sea precisamente barata.

Un silencio incomodo inundo el aire,  Andres se quedo mirando a Nathan fijamente sin entender como él podía ser su hijo, en muy poco se le asemejaba, era pequeño para la edad que tenía, con 16 años medía 1.72 cm, de contextura delgada con cabello castaño oscuro y test blanca como la de su madre. Nunca había jugado ningún deporte cosa que le reprochaba siempre que encontraba la ocasión, si era sincero eran contadas las ocasiones en las que no le molestaba.

- Dame el celular- Dijo Andres levantando la mano hacia el joven.

Nathan se quitó los audífonos y se le entrego todo a su padre, ya nada podía hacer, había discutido varias veces con su madre pero de ninguna manera logro convencerla, el manual era claro, prohibía ingresar cualquier artefacto tecnológico dentro del internado , cosa que hizo para Nathan algo mas bélico aquel lugar, no podía creer que en medio del siglo XXI siguieran existiendo lugares así. 

A la hora acordada un hombre calvo salió al encuentro de Nathan, padre e hijo lo vieron acercarse e intercambiaron miradas, esperando a que alguno dijera una palabra ya que el adiós era evidente, pero nada salio de ese incomodo silencio que era frecuente para ambos, cosa que ambos agradecieron, ya que decirse adiós solo haría el momento mas extraño. Aquel hombrecillo estaba mas cerca y sin hacer mayor sonido que los de sus pasos, Andres se retiró hacia su auto y conduciendo se alejo el lugar.

- San Patrick... aquí voy... - dijo mientras tomaba su maletas y caminaba hacia al hombre con sotana.

Déjame decirte "Te quiero" una vez masDonde viven las historias. Descúbrelo ahora