BRUCE| Parte 7

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MEGAN

La noche era larga, casi tan larga como mis deseos inmensos de bailar y me había pasado casi todo el tiempo sentada viendo a Maddy divertirse mientras yo no lo hacía.

Pero finalmente me animé y dejé que la música jugara con mis sentidos a la par de Maddy, pero sin percatarme, ella ya había desaparecido seguramente con algún chico "caballero de la noche" como les llamaba a sus conquistas de este tipo de fiestas.

Mi cuerpo seguía sumergido en el mar de cuerpos en medio de la pista, mi cabeza daba un par de vueltas por los dos vasos de alcohol que había bebido, seguramente no era demasiado pero en vista de que jamás lo hacía, uno era suficiente como para dejar que mi cuerpo se relaje un poco.

Moví las caderas al ritmo de la apresurada música dentro de la pista, el sudor resbalaba por la piel desnuda en el escote de mi espalda y una fina capa de sudor se deslizaba por debajo de mi vestido.

—¡Joder, esa chica se mueve bien!— escuché exclamar a uno de los chicos de la fiesta y luego todos haciendo un círculo al mi alrededor para alentarme  a seguir con el rítmico movimiento de mi cuerpo.

—¡Menuda chica, es la novia de Bruce!— exclamó otro y un par de cuerpos se unieron a la pista para seguir mi ritmo. Lo estaba disfrutando realmente, por primera vez en la noche sabía que no tenia nada que temer. Maddy había desaparecido de la mano de un chico seguramente a follarselo y me había dejado sola.

Todos aplaudían silbaban y grababan con sus móviles, todo era demasiado eufórico y los chicos se morían por bailar conmigo pero yo solo estaba disfrutando un poco de la libertad. —esto tiene que verlo todo el instituto, ¡Joder, eres la reina de la noche!— gritó por encima de la música uno de los chicos que pertenece al grupo informativo del periódico universitario.

Era Hansell, y en ese momento no supe lo inconveniente que sería que yo apareciera en cada esquina del instituto. Al cabo de una hora y media después Mad  apareció por detrás de mí y me arrastró de la muñeca buscando la salida.

—Ok, es suficiente pequeña reina de la noche. —espetó con seriedad y siguió abriéndose paso entre el mar de cuerpos sudorosos. —Te llevaré a casa.

Al estar fuera de la mansión de los gemelos Watson, Maddy me subió a la parte trasera de su convertible rojo y condujo a toda prisa hasta mi casa. Dentro el ambiente me parecía extremadamente espeso y unas ganas de vómitar me vinieron de repente, Maddy corrió conmigo hasta el baño y sostuvo mi cabello en una cola de caballo mientras yo arrojaba todo el alcohol que mi estómago ya no podía retener dentro.

—Menuda borrachera, Megs.— dijo Maddy lamentándose por mi terrible estado.

...

El terrible sonido del despertador hizo que me sobresaltara y un horrendo dolor  acudiera a mi cabeza — era la estúpida resaca — eché un vistazo a mi reloj y salté de la cama en un brinco al percatarme de que faltaban veinte minutos y pico para entrar a clases. Me eché un rápido baño, me puse unos vaqueros y un sudadera ligera de color rosa palo, me puse mis tenis y salí a toda prisa hacia el instituto.

Seguramente a estas alturas debería estar considerando ahorrar mucho más para comprarme un coche. Poner un pié en el instituto fue todo un total caos, varios grupillos de chicas se acercaron a pedirme lecciones de baile y no entendía la razón, mi cara de póker era monumental. ¡Necesitaba que alguien me lo explicara y necesitaba a Maddy ya!

Las horas de clases pasaron lo más lento que habían podido hacerlo y cada vez que miraba el reloj encima de la pizarra, parecía que las manecillas se detenían a propósito así que me mejor intentaba ignorarlo.

En el pasillo me di cuenta que Bruce no había aparecido por ningún lado desde el viernes, revisé mi móvil, no tenía llamadas suyas ni mensajes de texto, mi bandeja de entrada estaba vacía al igual que mi buzón de voz y me parecía un tanto extraño tratándose de Bruce Miller.

—¡Megan!— escuché la voz chillona de Maddy a lo lejos del pasillo, me volteé y la vi corriendo hacia mi con cara de preocupación. — que...— cogió aire en los pulmones tratando de calmar la subida y bajada de su pecho bronceado.—...¿que crees que estas haciendo aquí?— susurro mirando hacia todos lados.

¿Que cojones estaba pasando?

—recibiendo clases de psicología— dije sin más, con despreocupación — de hecho y debería estar yendo a clases. — dije consultando la hora con mi reloj de mano.

—No lo creo...— habló escéptica. Me tomó de la muñeca y me arrastró con ella hasta el campus de la universidad, de repente esa sola acción de creó un deja bú en mí.

—Pequeña reina de la noche... — susurré con la mirada suspendida en algún punto invisible del césped sintético extremadamente verdoso.
—¡Exacto!— saltó Maddy soltando mi muñeca y dando un salto en su puesto. —¡joder Megan, no debí llevarte a esa fiesta!— gritó con dramatismo y se llevó ambas manos a la cabeza.

—Los periódicos de la universidad...
—¡Estarás muy pronto en todos!— Maddy se volvió hacía el equipo de los linces, los cuales estaban absortos en sus prácticas.— y Bruce se enterará.

Volví mi vista al mismo punto de Maddy buscando la figura corpulenta de Bruce pero no la hallé, seguramente no había asistido hoy a clases y esa me daba un muy buen punto de ventaja. Sabía que si llegaba a enterarse de lo que había hecho la noche anterior yo, estaría muerta. Un frío caló mis huesos y la bilis me subió y bajó como un tirón en el estómago, no podía dejar que pasara.

—No lo hará.— dije pensando en un plan para evitarlo — no si evito que Hansell lo publique.

Evitar que Hansell se retracte de hacerlo seria muy difícil, sabía que el era una persona demasiado comunicativo, tanto que cruzaba la raya de lo aceptable. Así que si no cedía estaría realmente muerta.

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⏰ Última actualización: Mar 20, 2019 ⏰

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