Capítulo Uno: Psicópata

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—Hey, Jimin, ¿Por qué no te unes a nuestro grupo?

Un chico de cabellos negros se acercó al pupitre del rubio, sonriendo.

—Cuántas veces te he dicho que no.

Dijo molesto el joven.

—¿Pero por qué no?, si podemos vender drogas, tener las mujeres que queramos, hay muchos requisitos.

—¿Y por qué yo?

—Queremos hacerte el lider.

—Sigo preguntando, ¿Por qué yo?

—Tienes todo para ser nuestro lider, eres responsable, organizado, valiente, independiente, uff.

Decía el chico, mientras seguia contando las cosas de bueno que tenía el rubio.

—Ya he dicho que no, busquense a otro.

Y lo ignoró completamente.

—Vamos por Min, quizá tenga otra opción

Y el de cabellos negros fue hacia el pupitre del peliceleste.

El rubio miraba al chico de cabellos celestes.

Vió cómo negaba y lo apuntaba.

El rubio, indignado, se levantó y fue hacia su pupitre.

—¿Puedes dejar de molestarme?

—No

Negó el que estaba sentado

—¿Por qué hacen esto?

—Mis líderes superiores me quieren ascender, y estoy buscando a un lider para este grupo.

—Busquense a otro.

—No, eres perfecto.

—Aún así no lo haré.

Dijo y se iba a ir de ahí para dirigirse a su pupitre, pero algo lo agarró del brazo y lo jaló.

—Tú serás quieras o no, el líder.

Dijo el chico peliceleste, bastante intimidante.

—¿Y qué me harás para que diga que sí?

Lo desafió.

—Quiero arruinar tu perfecta vida.

El rubio quedó en shock, ¿Perfecta? Pff...

Se rió a carcajadas.

—¿Perfecta?, que tonto.

—Quiero que te unas a nosotros y dejes de fingir.

Cada vez, sus frentes estaban más cerca.

—Haré algo, para que no me olvides, y verás que esto puede llegar más allá si es que no aceptas.

Dijo el peliceleste, mientras acercaba la cabeza del rubio lentamente.

Abrió un poco sus labios, e hizo que el rubio los abriera también, para luego, besarlo.

Pasó su húmeda lengua por toda la cavidad bucal del rubio, dejándolo en shock y tratando de sacarselo de encima.

Mientras los demás del salón, los miraban indiferentes.

Al único que le parecia raro, era al rubio.

El joven, empujó a Min, separandolo.

—¡Qué asco!, ¿Por qué haz hecho eso?, ¿No eres heterosexual?

Preguntó el rubio, mientras se limpiaba la boca con la mano.

—¿Y quién dijo que por ser heterosexual no tengo que besar a un hombre?

Volveré por ti ·||· YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora